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lunes, 16 de octubre de 2023

Bajo el Perpetuo Socorro de María

 La mano de Dios y el poder de la oración se nos hacen presentes en lo pequeño y en lo grande. Podemos verlo o no, podemos ser conscientes o no pero el poder de la oración, la mano de Dios y el Perpetuo Socorro de María nos acompañan siempre de manera tan gratuita e incansable como la acción de nuestros Ángeles de la Guarda individuales y personales. Estamos permanentemente bajo la atenta mirada del Todomisericordioso

Este fin de semana mi hija mayor estaba disfrutando en el campo con un amplio grupo de amigos, jóvenes sensatos, formados e íntegros; todos ellos. Celebraban el 18 cumpleaños de quien, junto a sus padres, los acogía. Una chica que es una hija más para nosotros, "la número 3".

María y yo acabábamos de llegar a casa tras la misa de una y aperitivo. Mientras comenzaba a preparar la comida consulté el móvil y vi que tenía una llamada perdida, la devolví y al otro lado del teléfono, la madre de "número 3" me comunicó rota de dolor y preocupación que varios de los chicos habían sufrido un accidente conduciendo dentro de la finca; nos quiso tranquilizar, pude hablar con Toya y, tras descargar a nuestra amiga de lo que era sin dudas una responsabilidad inexistente nos pusimos en marcha camino de un hospital de Albacete.

Recé y llamamos a unos contraparientes del lugar quienes de manera inmediata pusieron todo su corazón, esfuerzo, contactos y presencia al servicio de unos desconocidos que son los amigos de Toya, tanto como de mi propia hija. Iban acutando y nos iban tranquilizando y nosotros procuramos ir retransmitiendo la información que nos daban. Impagable su gran corazón. Dolores, Manuela y Pedro. Simplemente esos nombres que ayer se acercaron a un lugar preferente en la Mesa del Padre cuando llegue el momento. No tengo palabras suficientes para tanto agradecimiento. Más allá de un sentimiento de familia fueron un bálsamo también para todos los demás.

Llegar y abrazar al padre comprendiendo, poniéndome en su lugar. Gracias a Dios, pronto pudimos comprobar que todos movían los miembros y estaban razonablemente bien para lo que podía haber sucedido. Hoy sólo quedan dos ingresados un chico y una chica; rezad por los dos. Preservo nombres, que son lo de menos. Su intimidad es suya. Pero mío el orgullo infinito que sentí cuando nos dejaron entrar a verlos; orgullo por todos ellos. No pude sino íntimamente dar gracias a Dios. La imagen era impactante por la unión, el cariño y la serenidad que mostraba de esas grandes personas. Lo de ayer, sea lo que sea lo que depare el futuro a cada uno de ellos, sean cuales sean sus caminos en la Vida, fue la expresión patente de que los amigos de verdad son la familia que uno elige.

Cuando llegaron las primeras personas a auxiliarles, según me contaron con todo lujo de detalles, se encontraron un silencio sobrecogedor, roto por los sonidos de las quejas de algunos esparcidos por el suelo, uno de ellos atrapado bajo el vehículo y todos rezando. Sí, rezando. Jóvenes de 18 años. Los chicos afanándose para levantar el coche y tratar de aliviar a quien estaba atrapado. Rezando. Creo que es importante decir que este tipo de juventud existe. No es un cuento. Y no son pocos; son legión aunque no hagan el ruido estridente con que nos ensordece el Mal. Me mostraron fotos.....sin comentarios..... Cuando las ví, de manera instantánea recordé que cada día -también ayer-, antes de ir a trabajar, cuando salgo de paseo con el perro a las 7 de la mañana rosario en mano, dentro de mi retahíla de encomiendas siempre, siempre, están los amigos de mis hijas. Recordé que a cada una le acompaña siempre una reliquia de San Gerardo CSsR (hoy, 16 de octubre es su Festividad litúrgica). Recordé que era Santa Teresa de Ávila, la Santa de cabecera de San Alfonso Mª de Ligorio. Recordé que, como archicofrades, siempre están amparadas por el Perpetuo Socorro de María. Pensé en el ajetreo del Ángel de la Guarda de cada uno de ellos. Pensé en los padres, en ellos rezando en ese momento......no puedo expresar el orgullo infinito por ese grupo de amigos y un tímido destello de satisfacción porque vamos cumpliendo con nuestra misión como custodios de sus Vidas.

Un accidente tonto, sin culpa alguna de nadie, de absolutamente nadie. No fue una mala suerte. Muy al contrario, sus Ángeles de la Guarda, sus Santos Patronos y María se ocuparon de ampararlos. Actuaron directamente. Y también lo hicieron a través de quien tuvo el valor de sobreponerse, coger otro coche y salir corriendo a pedir ayuda; a través de quien rápidamente llamó para avisar a padres y 112. Los brazos de esos chicos tratando de alzar el coche para aliviar a su amigo fueron la fortaleza misma del Señor. Y todos ellos rezando, un córo de Ángeles bajo el Manto protector de María.

Ahí estaban la fe y el poder de la oración.

Os pido que os unáis a mí en acción de gracias porque hoy no lloramos aunque continuamos rezando. Y os pido también que os unáis en oración por los dos hospitalizados, para que se recuperen pronto.

Aquí seguimos, scalando en Familia. Y hoy, como Redentoristas, especialmente acogidos a la protección de San Gerardo María Mayela CSsR.

sábado, 14 de abril de 2012

Felicidad compartida


Acabo de leer una noticia sobre el II Congreso Internacional de la Felicidad, en el que se afirma que la felicidad es más si se comparte. Una frase bonita, pero bien pensado, es que ¿puede no compartirse? Es decir, cuando uno es feliz creo que lo comparte de manera instintiva, por naturaleza, en el rostro, en ese saludo mañanero en el ascensor sin necesidad de All Bran, en la actitud cotidiana, en la manera de afrontar los obstáculos diarios. Si no es así, si no se nota, se podrá estar más o menos contento, o satisfecho, pero feliz, lo que se dice feliz me temo que no. Bueno, lo que podamos experimentar como cercano a la felicidad, porque yo soy de los que piensan que aquí simplemente la rozamos, pero que la felicidad plena solamente la alcanzaremos cuando experimentemos, cara a cara, la plenitud del Amor de Dios. Y sabemos que la experimentaremos gracias a lo que celebramos los católicos en estas fechas, la Resurrección, la Redención abundante que nos viene de Cristo resucitado: Copiosa Apud Eum Redemptio.

Eso sí, la sensación que experimentas tratando de contribuir a crear el Reino aquí mismo, es extraordinaria. Y eso solamente se hace compartiendo. No puede ser de otra manera. Eduardo Punset afirma que la felicidad es la ausencia de miedo, y desde el punto de vista cristiano es consecuencia directa de la fe, la certeza, la convicción en la realidad de la Resurrección. Esa ausencia de miedo, esa felicidad, esa fe, a lo que te lleva es a compartir, y puede que la experimentes por primera vez compartiendo. ¿El qué? Pues la Vida, tu vida, tratando de llevar Vida a los demás. Uno a veces trata de hacerlo, puede que se quede en un intento, puede que acierte o puede que no, pero el propio intento genera un climax de inercia bastante más que positivo.

No hay más que mirar a la cara de todos aquellos que entregan su vida a los demás, a los más necesitados. Lo que ves es un nítido reflejo de felicidad. Con los problemas personales, con situaciones concretas, con dudas momentáneas, con trabas, pero si miramos fijamente al fondo de los ojos de esas personas encontramos un océano de serenidad y paz. Esta noche, el Grupo de Matrimonios de PS al que pertenecemos María y yo hemos celebrado una Eucaristía en la Capilla de la Comunidad Redentorista, presidida por el P Octavio Hidalgo, en la que compartimos abiertamente experiencias y sentimientos de esta Semana Santa. Uno de los miembros, Marina, quiso expresar en voz alta un agradecimiento explícito a los Redentoristas en su conjunto y personal a cada uno de los que conoce “porque son especiales”. ¿Veis? No es que yo sea raro por contar por aquí lo que vivo, es que son especiales de verdad. Compartir en Comunidad te hace reflexionar sobre lo vivido dejando brillar claramente la auténtica dimensión de todo ello: la fe. Y el gozo por la Resurrección, compartido, se expande e intensifica.

Pero es que eso de que la felicidad es más si se comparte se puede constatar incluso inmerso en situaciones de dolor, trágicas, límite o desesperantes, porque tratar de aliviar el dolor es acercar la felicidad y comenzar a contagiarla. Se puede comprobar en comedores sociales, en hospitales, en alberges para “sin techo”….

Compartir la felicidad la aumenta, compartir el dolor lo difumina.

Si eres feliz no puedes más que compartirlo, si no lo haces o no eres realmente feliz, o dejas de serlo.

domingo, 12 de febrero de 2012

Tomado de la mano...


Después de una entrañable y divertida tarde en el campo, he estado viendo las fotos que sacamos. Son unas simples fotos espontáneas, tanto como la manera en que surgió el plan. En ellas se ve a un puñado de personas felices, sanas, disfrutando. El suelo cubierto de nieve y un frío pelón que algunos pronto dejamos de sentir, sin darnos cuenta.

En las fotos aparecen dos niñas emocionadas, con una permanente sonrisa enrojecida por la temperatura, y la mirada inundada de ilusión y entusiasmo; expresión entre de pillas e inocentes, con una vida por delante, y la Vida ante sus ojos sin notarlo. Cuando uno es quien maneja la cámara hay veces que no es consciente de lo que tiene delante hasta que ve la imagen, y cuando esa persona es el padre de las niñas, se encuentra con un libro comenzado a escribir, y reconoce en cada gesto, en cada mueca qué es lo que realmente reflejan. Pero entre todas esas personas, me doy cuenta de que también hay otra niña pequeña, cuyo rostro dibuja los mismos sentimientos que las anteriores, aunque esa niña pequeña sea su propia madre.

Yo apenas aparezco, lo que obviamente delata quién hacía las fotos, pero además la tranquilidad y confianza en aquellos con quienes estábamos, una seguridad que me llevaba sobre la nieve totalmente despreocupado de mis hijas.

Una de las fotos me encanta, me emociona y me ha empujado a escribir estas frases sobre la cotidianeidad de una Familia. En ella se ve a un señor de espaldas sobre un manojo de finos troncos nevados que hacen de pasarela para cruzar un riachuelo, entregando una caperucita roja a un hombre alto con la cabeza baja, cubierta por una capucha que casi le oculta el rostro – pareciera un Fraile recorriendo el claustro del convento camino de la Capilla para Laudes; el padre sujeta a su hija y se la entrega al sacerdote que la toma de las manos. De la confianza en un padre a la confianza en otro Padre. Ninguno de los dos es su amigo, pero la confianza en ellos es ciega. Todo un símbolo de transmisión de la fe. En la foto los tres están aún unidos, plasmando la realidad incontestable de la solidez de una misma Familia. EL padre confiado y confiando a su hija, seguido por una madre segura y orgullosa. Este gran Redentorista toma a mi hija de la mano, y yo no puedo evitar acordarme de una canción que cantamos los domingos en PS durante la Misa de las Familias:

“Tomado de la mano con Jesús yo voy,

Le sigo como oveja que encontró al pastor.”

miércoles, 14 de diciembre de 2011

La Virgen y las fotos eróticas de un calendario

Acabo de ver alguna de las fotos para un calendario de una marca de galletas alemana en las que Paz Vega aparece fotografiada utilizando el morbo sensual y la Virgen.
He de reconocer que me molesta profundamente. No puedo evitarlo, y eso que soy cántabro, y conozco no solamente los capiteles románicos con escenas eróticas de la Colegiata de Cervatos, sino los repartidos por el resto de Campoo, Valderredible y casi toda la zona sur de Cantabria. En fin, creo que es una barbaridad por mi parte que se me haya ocurrido equiparar el románico con esas fotos, por muy buena que esté la actriz.
Hay un par de hechos que me parecen de especial mal gusto:
-         EL primero, utilizar de semejante forma la imagen o la misma idea de María, la siempre Virgen María, con una tía en cueros, cubierta solamente por una mantilla, haciendo que reza arrodillada dentro de un lugar santo.
-         El segundo, que en otra de las fotografías, en las que aparece “disfrazada” de Dolorosa, se utiliza la propia imagen de la patrona de Gerena, la Virgen de la Encarnación.
Me ha molestado y me ha ofendido, pero no me ha escandalizado, que uno ya no se escandaliza casi por nada. Desde luego, de esa individua, no me ha sorprendido lo más mínimo. Y me molesta y me ofende a mí, a título particular e individual, como católico, como devoto de la Madre de Dios; me molesta y ofende especialmente teniendo en cuenta que en breve celebraremos el nacimiento de su Hijo, el Redentor. Sí, Dios, hijo de Dios y Redentor de todos; porque la quieran o no, lo crean o no, les guste o no Copiosa Apud Eum Redemptio, en Él la redención es abundante. Y se ofrece también a esa ciudadana, a los dueños y accionistas de esa marca de dulces, a los fotógrafos, iluminadores, a quienes compren el calendario de marras, incluso a los miembros de la Hermandad del Santísimo Sacramento del Altar y Nuestra Señora de la Encarnación ¡que manda huevos!
De ser cierto lo que aparece en los medios online, lo que veo sin ninguna duda más grave es que alguna de esas fotos se realizara con el consentimiento de la Hermandad. Eso sí que ya no tiene nombre. Nos pongamos como nos pongamos, no tiene nombre. Lo de Paz Vega, y quienes financian y realizan el calendario no es más que cuestión de la libertad personal de cada uno, aunque a veces se ejerza ofendiendo a creencias y personas. Pero, por ser sincero, aún no conociendo en absoluto a esa Hermandad, tampoco me sorprende nada. Y no me sorprende por el discurso erótico-laical que ha calado en la sociedad. La realidad te tumba. La realidad de la banalización del cuerpo y el sexo. La banalización de lo sagrado. La realidad del colegueo no solamente de los fieles, si no de fieles y algunos curas pseudoprogres que, quizás por buenismo, entran al trapo de una manera brutal y descarnada por insensata en el desmadre erótico-sexual, al ritmo del “es que es lo que hay, la juventud hoy es así, la hormona es la hormona, si no pasa nada, e incluso algún ¿virginiqué? que otro”. Y seguro que muchos de los que se meten en ese discurso, en el fondo ni se lo creen. En fin, también para ellos es esa Redención. Pero de esos “polvos”, vienen los lodos que nos arrasan en la actualidad. No hay más. No quiero parecer un puritano impenitente, porque no lo soy. Ni tengo intención de lanzar ninguna piedra. Además uno de mis libros favoritos es “Las prostitutas os precederán en el reino de los cielos”, de José Luis Martín Descalzo. Allá cada cual. Todo lo normal, es normal, y lo que se excede, o bien hace saltar la línea o cortarse los pies sobre el filo de la navaja mojándonos a todos con gotitas de sangre que no son precisamente las derramadas en la Cruz.
Eso sí, hay cosas que permanecen invariables. La primera la Palabra, el Evangelio, el Mensaje de Cristo. Es el que es y no otro. Pero también la juventud, que siempre ha sido igual, y la hormona siempre ha sido la hormona (y no he oído de nadie que llegara a estallar por un pelín de normalidad en su vida). Coño, ni que fuera nuevo.
Bueno, hay otra cosa invariable desde el inicio de los tiempos: siempre hay cretinos dando la nota.

De lo que no me cabe tampoco ninguna duda es de que la menos ofendida es la Virgen. Entristecida puede, pero ofendida ni en broma. Al fin y al cabo es Perpetuo Socorro para todos ellos, para todos nosotros.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Buen Adviento a todos

Ayer comenzamos el Año Litúrgico. Adviento, un tiempo de preparación y esperanza para la gran Venida. La celebración en la Eucaristía de las Familias en el Santuario del Perpetuo Socorro de Madrid fue entrañable. Esta misa de los domingos se ha convertido en algo diferente a una misa familiar, ha tomado un rumbo claramente dirigido hacia los más pequeños y eso creo que nos ayuda a los mayores a tratar de hacernos como niños, a alcanzar un punto óptimo para ser conscientes de que no hemos de dar nada por sabido  respecto a lo aprendido. Escuchar lo que les dicen es escuchar lo que nos dicen, nos acerca a la inocencia que con el paso del tiempo y la madurez quizás hayamos perdido. Verles implicados y entusiasmados es un enorme impulso de esperanza; esperanza en la Venida y esperanza en uno mismo. Esos chiquillos entusiasmados me recuerdan que un día fui así, ergo la luz de la esperanza y la ilusión infantil aún brilla en cada uno de nosotros. Sólo es cuestión de buscarla, de esforzarnos en recuperarla, y hacerlo engrandecida con la madurez de los años y el conocimiento. Ahora que estoy embarcado en la carrera de Teología, me doy cuenta de lo importante que es la profundización en la fe; conseguir combinarlo con la candidez, la ilusión y la esperanza de un niño es casi como la cuadratura del círculo espiritual.
Un tiempo de preparación, meditación, oración y alegría. La Comunidad Redentorista nos ofrece la posibilidad de rezar con ellos Laudes y Vísperas durante este tiempo. Cuando cada mañana, Diurnal en mano, rezo Laudes lo hago con el convencimiento de no estar sólo, de hacerlo acompañado y acompañando a todos los que en cada lugar lo hagan en ese mismo momento. Pero esta mañana, en la Capilla, con parte de la Comunidad Redentorista, ha sido algo simplemente especial. Orar allí con ellos le hace a uno sentirse parte de nuestra Iglesia en una Comunidad para la que no tengo palabras. No es sólo una actitud, una disposición para esta época, verme ante el Señor rezando Laudes con los Redentoristas y el resto de laicos que ahí estábamos, escuchar las primeras palabras del P Olegario….. en fin, el corazón abierto de par en par.
Un tiempo de preparación personal, matrimonial, familiar y comunitaria. Uno no puede vivir la fe sin hacerlo con los demás, porque el convencimiento, le fe y la felicidad te llevan a querer, por encima de todo, experimentar de una forma nueva el siguiente verbo: COMPARTIR.
Ser un padre de niñas pequeñas implica la responsabilidad gozosa de la transmisión de la fe, combinarla con la ilusión infantil pero abstraída del mero consumismo. La grandeza, la alegría no está en las tiendas, está entre pajas en un pesebre. Y está en los demás, en darse y compartir con el que no tiene nada y con el que cree que lo tiene todo también, porque entre ellos los hay inmensamente pobres; tratar de hacerles ver que Dios no espera unas manos llenas de cosas si no llenas de Amor, unas manos limpias por puras pero embarradas por ayudar al otro.
En ese camino estamos, y desde ese camino os deseo a todos el mejor Adviento posible.

martes, 22 de noviembre de 2011

#nohagasplanesel26

#nohagasplanesel26 ¿Por qué? Por el acontecimiento que tendrá lugar el sábado 26 de noviembre en el Santuario del Perpetuo Socorro de Madrid, en la calle Manuel Silvela 14. No os lo podéis perder.
No sé ni siquiera cómo denominarlo. Ellos lo llaman concierto, pero de lo que sí estoy seguro es de que se trata de mucho más que eso. Hablan de que se valdrán de la música, la imagen y la palabra para llegar al público. Que digan eso no es más que una muestra de la sencillez y humildad con que hacen las cosas. El Grupo de Jóvenes de PS ya está utilizando algo mucho más grande, porque se está entregando con tesón, aunque no quiera alardear de que lo hace desplegando sus mejores armas: ilusión, empeño, esfuerzo, talento y sobretodo fe. Sin esta última ni sería posible ni tendría sentido. Nos van a introducir en el Adviento de la mejor manera posible con una fiesta sensacional. Y ¿para qué? Pues para presentarnos el PROYECTO SOLIDARIO DE NAVIDAD de Asociación para la Solidaridad, la ONGd Redentorista.
Es una oportunidad única para disfrutar de lo que seguro será un espectáculo intenso, de Corazón a Corazón, y para que los que no conocéis aún esta ONGd podáis no simplemente comprobar lo que hacen unos pocos “locos de Amor”, podáis desde esta primera presentación colaborar por un mundo mejor para todos. Os aseguro que indiferentes no os va a dejar. Por eso os animo a todos a que vuestro plan para el 26 esté en PS, a todos en general. Y a todos los buenos amigos que sé que me seguís por aquí, no os animo, os PIDO que vayáis a conocer una parte de esas personas a las que ya me habéis leído y escuchado hablar como "mi Familia” (que sí, que sí, que qué raro soy, lo sé).
#nohagasplanesel26 Mi plan para ese día era precisamente empaparme de la puesta en escena que tanto tiempo llevan preparando; acudir con mi mujer y mis hijas a disfrutar en familia del espectáculo. Y mi idea era escribir una entrada en el blog al día siguiente. Pero como realmente los planes del Señor no siempre coinciden con los nuestros, me lo voy a perder. Y tengo una pena inmensa por ello. Me lo contarán María y las niñas, me lo contarán amigos, pero yo no podré estar físicamente allí. La vida manda, y yo estaré en Santander, aunque mi oración por su éxito y el calor de mi cariño seguro que les llega porque es inmenso.
¡ÁNIMO CHICOS!

lunes, 26 de septiembre de 2011

Luis, un chico extraordinario



El día de ayer se planteaba como un domingo más en familia. Misa de 11 como siempre en el santuario del Perpetuo Socorro y después la exposición sobre la Madre Teresa de Calcuta. Realmente me conmovió la exposición, unos simples carteles con hitos sobre su vida, pero qué vida. Me impresionó y me conmovió profundamente. La fe absoluta y el abandono total dan siempre los mismos frutos: la santidad, acercar a Cristo a los más necesitados, a los más desfavorecidos; convertirse en el rostro de Cristo en el mundo. Distintas épocas y diferentes puntos geográficos, pero no pude evitar ver paralelismos entre la Beata Teresa de Calcuta y San Alfonso Mª de Ligorio bien fáciles de identificar: el auxilio a los más necesitados, por ejemplo. Incluso al ver la imagen del Cristo con las dos frases "I thirst" "I quench" me vino rápidamente a la cabeza uno de los símbolos Redentoristas, la caña con la esponja con la que le dieron de beber a Nuestro Señor vino con hiel en la Cruz. El sari remendado usado por ella y sus sandalias........ ir explicando todo eso de la mejor manera a mi hija mayor, de seis años. La cantidad de gente, y de matrimonios con hijos haciendo lo mismo que nosotros.

Llegué a casa con la idea de dedicar a esta exposición una entrada para el blog; la tenía casi estructurada, de manera natural. Pero cayó en el olvido. Varias llamadas al móvil de mi mujer nos trajeron una noticia tremenda: Luis, el hijo de unos amigos nuestros había fallecido en un accidente de tráfico. Luego supimos que otro chico también murió. En verdad el shock ha sido  mayúsculo. No es simplemente el hijo de unos amigos, es parte de la familia de María. El concepto de familia no siempre se limita a lo que se consigna en el registro civil; los hechos y la vida te enseñan que es una realidad superior y mucho más extensa. Y la vida de mi mujer la llevó a formar parte de esa familia. La abuela de Luis es la madrina de María, madrina en un concepto muchísimo más amplio que el sacramental, que ya es bastante, y que continúa ejerciendo día a día. Por eso mismo conocía y quería a Luis. Un chico excepcional, no en el sentido en que acostumbramos en España a elogiar a los que se van, excepcional en sentido literal. Guapo, estudioso, educado, cariñoso y arrollador de simpático. Hoy, al venir conduciendo a la oficina por la mañana, en lugar de Kiss FM, he venido acompañado por la música del jesuita Cristóbal Fones, que es una oración en sí misma, y a mí me ayuda a rezar. Empecé con una canción que realmente es una "Recomendación del Alma" condensada, y mientras la escuchaba pedía precisamente eso, que Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, San Alfonso, y la Beata Teresa de Calcuta hubieran recibido su alma para presentársela al Altísimo, aunque íntimamente estoy convencido de que Luis no ha necesitado de presentación ninguna. Creo firmemente que se encontró directamente al Redentor con los brazos abiertos. 

Visto con la perspectiva suficiente, haber conocido a Luis, su simpatía, su sonrisa, es haber tenido bien cerca el rostro amable de Cristo. Y eso es un lujo.

A Santa María (Perpetuo Socorro nuestro), a San Alfonso y a la Beata Teresa de Calcuta pido por Luis y por su amigo también fallecido en el mismo accidente, para que el otro chico que iba en el coche se restablezca pronto y bien, y pido sobre todo por sus padres, por sus familias para que con fe afronten el futuro sin ellos; teniendo siempre la esperanza de que ya están sentados a la Mesa del Padre.

Descansen en paz.

martes, 20 de septiembre de 2011

Eucaristía por un misionero Redentorista

Ayer asistí a un funeral; realmente era una misa de acción de gracias por la vida de una persona, la del Padre José María Montes, misionero redentorista.

Yo no le conocía, así que mi intención real era simplemente rezar por el descanso de su alma y hacerme presente entre sus hermanos de Congregación, a quienes tanto quiero; no como una expresión bonita o una frase hecha. Simple y llanamente, de verdad, con lo muchísimo bueno y lo poquísimo malo. Falleció el 13 de agosto en Costa de Marfil y me lo comunicaron por una llamada al móvil cuando yo estaba en el Departamento de Acreditación de Sacerdotes en la sede de la JMJ. Curiosamente su muerte me supuso retomar el contacto con una antiguo amigo para tratar de colaborar (con su ayuda y la de su padre, ambos diplomáticos) en lo que pudiera; la realidad práctica es que no pudimos, y el padre de mi amigo y el P Montes ya se habrán conocido. También lo intenté a través de mis queridos Escolapios, y tampoco pudo ser.

No quiero desviarme. Decía que mi intención inicial era la de rezar por él, y la realidad es que acabé también pidiendo. Durante la Eucaristía nos presentaron a una figura generosa hasta el extremo y, además, alegre; enamorado de Cristo y de Su Madre. En definitiva estaba claro: un Redentorista. Por quienes yo estaba ahí. Un simple gesto de presencia hacia gente querida, y que lo cierto es que expresa que una Comunidad Parroquial como la del Perpetuo Socorro de Madrid transciende a una mera Comunidad Parroquial circunscrita a sí misma; se expande hacia cualquier lugar donde haya un misionero de esta Congregación. Y ¿por qué? pues por algo bien sencillo, por que más allá de su extraordinaria labor pastoral en todos los ámbitos el Carisma de quienes la dirigen transciende cualquier espacio geográfico, y la pasión por él, el auto reconocimiento en él, te lleva no simplemente a querer ser identificado sino a sentir como propios gozos y dolores. Y te empuja a querer hacer de tu vida una fuerza centrífuga de fe de la mano de San Alfonso.

Decía que acabé pidiendo. Así fue; por todos los jóvenes que dudan si lanzarse o no a los brazos de esta Familia, para que se atrevan a intentarlo. Para que aumenten sus vocaciones.

De modo que efectivamente, para mi, la Eucaristía de ayer y lo que transmitieron de la vida del Padre Montes fueron una explosión de fe convertida en una plena acción de gracias: por él mismo, por San Alfonso, por los Redentoristas y porque yo estaba allí.