Scala News

miércoles, 30 de abril de 2014

Acerca de la Luz

Ayer mi mujer y alguna amiga compartieron en Facebook una noticia que informaba de que alguien había colocado cuchillas en parques infantiles, en las zonas de juegos de los niños. La noticia iba acompañada de alguna foto con las cuchillas y la mano de un niño cortada y ensangrentada. No sé si esto será uno de los muchos bulos que se propagan por las redes, o si ese espanto es real, porque no creo que haya tenido demasiada repercusión. Puede que no la haya tenido porque estos inocentes están aquí, en nuestro territorio y punto; estos inocentes o han nacido en España o ya han conseguido entrar; estos inocentes, por muchas que sean sus penurias, comparadas con las de los niños de los países del sur son nada. Pero ¿Se puede comparar el dolor? ¿Es justo medir el nivel de la injusticia? ¿Es sano ponderar el nivel de la aberración cuando ésta es tal?

Juan nos enseña en el Evangelio de hoy: “todo el que obra perversamente detesta la luz y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras”.

Yo me pregunto, así, por preguntarme, si los también inocentes que abandonan sus lugares de origen para llegar un día a ofrecer un futuro mejor a sus familias, y se encuentra con esas mismas cuchillas provocan a todo el  mundo el mismo espanto que las manos ensangrentadas de un niño en un parque español. ¿Provocan la misma reacción? ¿Parecida? Porque las manos infantiles –salvo para los anormales desalmados que colocan las cuchillas- suscitan una reacción uniforme y unánime.

De Juan, “El juicio consiste en esto: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas”.

Pues así estamos, que la Luz vino al mundo y muchos aún no lo saben y otros ni se lo creen. No se lo puede creer quien coloca cuchillas en un parque; no se lo puede creer quien lo mira impasible; no se lo puede creer quien las coloca en vallas; no se lo puede creer quien lo mira impasible.

Puede que haya quien me encuentre demagogo pero yo, sinceramente, no creo que quien ejecute, ampare y contemple impasible ambas situaciones se crea en absoluto que la Luz vino al mundo. Puede que haya quien encuentre bonito o de buen tono confesarlo así, pero si la Luz te ha iluminado o tocado en algún momento de tu vida no puedes permanecer frío.


Y acaba Juan hoy en el Evangelio “…el que realiza la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios”. 

sábado, 26 de abril de 2014

Amar al mundo

El Papa Francisco proclamará la santidad de los Papas Juan XXIII y Juan Pablo II. Yo nací siendo Pontífice el siervo de Dios Pablo VI. Es obvio que no siempre se es consciente de cómo uno llega a donde está, la génesis real de los acontecimientos, los pasos a menudo tortuosos de la historia; la propia voluntad se va conformando en unos entornos familiares, geográficos, sociales concretos, incluso a pesar de habernos convertido en una aldea global. Esa voluntad tiene connotaciones propias y otras inconscientemente adquiridas. 


Por todo lo anterior es siempre sano tomar distancia, incluso de uno mismo, para poder ver la historia y la intrahistoria personales con perspectiva, tomar distancia de uno mismo para poder llegar a verse plenamente invadido, tomado, acariciado por el Misterio. Solamente desde esa perspectiva somos capaces de ver que también -o especialmente- en los más bajos momentos se nos ofrece la mano de Dios y permanecemos, sin saberlo, bajo la amorosa mirada del Padre. Porque rotos, más que vernos a Sus pies, es a nuestros pies donde encontramos a Cristo. Y en esas, aunque con la mirada fija en la Meta y el camino previamente marcado por Cristo, la realidad es que uno va caminando y tomando, como puede, sus decisiones, va tropezando, irguiéndose, perdiendo la vereda y recuperando el camino: viviendo, scalando a la Vida.


Soy consciente de la importantísima influencia de Juan XXIII en la Iglesia actual, en la Iglesia tal como la vemos, vivimos y conformamos hoy. Lo sé, aunque no es la intención que tengo hoy hablar del Concilio Vaticano II que él convocó. Hoy quiero hablar de “mi” Papa durante la mayor parte de mi vida, que ha sido Juan Pablo II, agradecer su Vida, agradecer que nos recordara incansablemente que todos somo llamados a ser santos. Mañana, domingo 27 de abril, será canonizado (ambos lo serán), ergo no tengo más que opinar al respecto. Las devociones son muy personales, pero mi Iglesia le declara santo, con lo que las opiniones que cada uno pueda tener al respecto son nada. Lo es y punto. Y los santos lo son en el cielo y se gestan en la tierra y dentro de la Iglesia. Estos días se vienen leyendo y escuchando opiniones para todos los gustos y muy pocas exentas de cargas ideológicas que acaban por emponzoñar las buenas intenciones de cada quien. Es un hecho.


Lo curioso en mi devenir es que Juan Pablo II ha sido durante muchísimo tiempo el cura más influyente de mi vida; eso, si se piensa bien, en el fondo es bastante triste. Una influencia alegre, gozosa y sana, por mucho que yo me empeñara en jugar al escondite y desconectar los audífonos. Son muchos, muchísimos, los recuerdos íntimos que aún me emocionan, especialmente uno en la Plaza de Colón de Madrid. De su obra escrita conservo con especial cariño la Carta Apostólica a los jóvenes de 1985, la Encíclica Redemptoris Missio y la Encíclica Ecclesia de Eucharistia. La primera me quitó el sueño durante demasiado tiempo, pero de entre las oscuridades personales la Luz consiguió abrirse paso y el Espíritu acabó por brillar, en María, con mis hijas y Scalando en Familia, en una Familia impagable. No son sino las tinieblas las que no acogen la Luz que vino al mundo, parafraseando a Juan. Como escribí hace algunos meses al P. Pedro López CSsR “Los planes que uno puede hacer son nada cuando el Señor propone con claridad los suyos, y cuando lo hace enmarcándolos con nitidez en una historia de Amor, uno sólo puede entregarse con gozo”. En mi historia siempre habrá dos curas fundamentales uno es santo, el otro, como todos, está en ello.

Hoy le doy gracias a Dios por la vida de quien fue mi cura, Juan Pablo II, le doy gracias a Dios por Juan Pablo II en mi vida y en la vida de la Iglesia. La Luz se abre siempre paso entre las sombras. Le doy gracias a Dios porque nos enseña que un santo no es un ser permanentemente beatífico, gracias por que nos regala también hoy con ejemplos de santos cargados de defectos humanos, gracias porque nos muestra que seguir a Cristo, vivir el Evangelio se puede hacer con las debilidades de cada uno, abrazándolas y venciéndolas a cada paso.

Hoy quiero quedarme con tres ideas:

·       1.- Redemptoris Missio: Las Iglesias de antigua cristiandad, ante la dramática tarea de la nueva evangelización, comprenden mejor que no pueden ser misioneras respecto a los no cristianos de otros países si antes no se preocupan seriamente de los no cristianos en su propia casa.
·    2.- Ecclesia de Eucharistia: El Misterio eucarístico –sacrificio, presencia, banquete- no consiente reducciones ni instrumentalizaciones; debe ser vivido en su integridad, sea durante la celebración, sea en el íntimo coloquio con Jesús apenas recibido en la comunión, sea durante la adoración eucarística fuera de la Misa.
·     3.- Carta Apostólica a los jóvenes del mundo con motivo del Año Internacional de la Juventud: Si tu, querido hermano, quieres hablar a Cristo adhiriéndote a toda la verdad de su testimonio, por una parte has de “amar al mundo”…/… y, al mismo tiempo, has de conseguir el desprendimiento interior respecto a toda esta realidad rica y apasionante que es “el mundo”.


Pues eso, que misión ad intra y ad extra, Misterio eucarístico y Amor al mundo.
Gracias, Señor, por la Comunión de los Santos.

domingo, 20 de abril de 2014

¿De vuelta a la "normalidad"?

Qué, mañana ¿de vuelta a la “normalidad”? ¿rutina y punto? ¿va a seguir todo igual?

Mañana todo volverá a la “normalidad” porque haré en líneas generales lo que cualquier otro lunes, pero esa normalidad espero que se vea iluminada por la Luz de lo extraordinario. Y lo extraordinario es lo inconcebible de la realidad de la Resurrección. En esa realidad nada puede permanecer de la misma forma, ni ser visto de la misma manera, ni enjuiciado con la misma perspectiva, ni las relaciones personales pueden tener el mismo color. Se descubren recovecos en las calles de siempre, chispas en las miradas de los nuestros, destellos en sus sonrisas; esperanzas en las sombras y rayos en la oscuridad. Esa realidad transforma lo obvio; esa realidad que transciende la materia transforma al individuo desde el interior y lo hace por “contacto”, tras la experiencia única del contacto personal con Cristo.

¿De locos? Pues sí, no lo niego, porque es una locura maravillosa esta de saberse Amado por el Dios que me creó; una locura total la de saberme redimido por su propio Hijo; una locura que invade, colapsa al inicio, y superado el aturdimiento o incluso el miedo, quema. Contacto con Cristo que genera una fuerza centrípeta de Amor que, una vez asumida, se vuelve en una onda centrífuga imparable porque quieres que todos lo sepan, que todos conozcan el Amor de Dios.

Dicho esto se comprenderá que ni la rutina, por muy rutinaria que sea, puede ser igual tras la Resurrección del Redentor porque uno trata de iluminar la nimiedades más cotidianas de la existencia.

Hoy hemos llegado de Santander a Madrid tras una hora más de viaje de lo normal, hemos soltado maletas, y las niñas y yo hemos acompañado a mi mujer al “Mi Casa”, el asilo de las hermanitas de los pobres donde mi mujer hace acción social con los ancianos. Nos hemos encontrado a un grupo de seminaristas con flautas, guitarras y sus voces entreteniendo a los viejecitos, además del habitual matrimonio del Movimiento de Schoenstatt; pues ni corto ni perezoso he tomado de la mano a María y me he puesto a bailar con ella. Nada puede ser igual.

Nada es igual. Ni siquiera la Eucaristía de 21:00h en PS, donde esta noche Damián, Pedro, Miguel, Víctor, Guille y Lalo nos han hablado de varias de las distintas Pascuas Juveniles Redentoristas; jóvenes de Madrid, Zaragoza, Valencia, Murcia… y eso sin hablar de las Pascuas de Mérida y Sevilla. Nada es igual. Lo he visto con gozo y con pena. Con gozo porque algo se mueve cuando se vive que Cristo Vive, con pena porque en las iglesias de Santander he visto a pocos, muy pocos jóvenes y me temo que no es precisamente porque estuvieran misionando o de Pascuas. Santander tierra de misión.


Yo le doy gracias a Dios porque para mi, mañana, la normalidad será extraordinaria, la rutina, nueva y lo igual totalmente diferente. Y… ¿para ti?

Aleluya, aleluya

Parroquia Redentorista de La Inmaculada, Santander. Sábado Santo, 23:00 h. Entrando en el templo con mi madre una de las feligresas se dirige a toda prisa a mí para ofrecerme llevar el Cirio Pascual en la procesión que dé inicio a la Vigilia, y la lectura de la Oración de los fieles. Todo un lujazo y un honor.

Procesión de entrada tras la que yo me coloqué justo debajo de la estatua de la humildad de humildades, San Gerardo Mª Mayela. Una perspectiva nueva para mi. La liturgia impecablemente cantada casi en su totalidad por el párroco, el P Victoriano González. Tras una semana de un extraordinario solazo, justo a la hora de la Vigilia comenzaba a llover, agua que purifica para dar el paso a la ceremonia del fuego que ilumina y purifica. Ha sido una ceremonia bellísima, sencillamente bellísima.

Desde la perspectiva que me daba mi ubicación en el templo, tenía bien cerca al P Marra-López, recién llegado de Granada. Hace poco más de un año celebraba en ese mismo lugar el funeral por mi padre; allí comulgué por primera vez va a hacer la friolera de 40 años; funerales de abuelos; las bodas de mis hermanas… la vida, una extensión de familia y hogar que es una muestra de la vida misma… y celebrábamos la Vida, la Resurrección, la victoria sobre la muerte, la victoria del Redentor, el regalo gratuito e inmerecido de la Redención. Casi nada. Todo.

La Vida y el transcurso natural de la Vida. Casi de reojo podía ver a mi madre que quiso acompañarme y vivir allí la Vigilia Pascual. Recordé mirándola otra celebración central de nuestra fe, una misa del Gallo cuando yo debía tener unos tres años y caí dormido. Me pareció bellísimo recordarlo. La arena del reloj de la Vida que va cayendo casi sin percatarnos. Aún no, pero casi un amoroso cambio de papeles. Y celebrábamos la Vida para todos, la de verdad, la eterna. La Resurrección de Cristo.

Y una luz que nace de dentro, un fuego que quema de dentro hacia fuera, una alegría serena pero que te hace gritarlo, contarlo y querer contagiar.

Que sí, que es verdad, que Cristo ha resucitado. Para todos. Glorifiquémosle con nuestra vida, contémoslo con nuestra vida. Contagiemos, animemos, alegremos, consolemos.


¡Feliz Pascua a todos! Que es verdad: resucitó. Aleluya, aleluya.

viernes, 18 de abril de 2014

Jornada de ausentes

Parroquia Redentorista de La Inmaculada, Santander. Viernes Santo 10:30 h. Rezo de Laudes junto a una considerable cantidad de fieles. Si ayer por la mañana era el párroco, el P Victoriano quien dirigió la oración, hoy lo hacía el P Eulogio. A continuación el Vía Crucis. El jueves, una de las fieles habituales de la parroquia se dirigió a mí para ofrecerme llevar la Cruz y yo, obviamente, acepté encantado el honor.

Un Vía Crucis lento, saboreado con fe, orando con las magníficas meditaciones Estación a Estación. Llevando la Cruz a plomo y en cada Estación subiendo a ella a muchas personas, quería llevar a tantos que sufren que esa Cruz en lugar de ir haciéndose pesada, se aligeraba a cada paso. Una iglesia abarrotada de fieles, todos mayores exceptuando mis dos hijas y Bruno y Alegra, mis sobrinos de seis años. Cuando me di cuenta de eso subí mentalmente a la Cruz a todos los jóvenes que no estaban porque habían decidido pasar o porque ni conocen a Cristo. Al llegar a la décima estación tenía frente a mí el banco lateral que cada domingo ocupaban las Carrión, cerré los ojos, apreté la Cruz, pedí por Tille y le pedí a ella. También ha sido una Vía peculiar por mi infancia y juventud… caerse, levantarse… y hoy ahí, scalando en Familia, elevando la Cruz con los brazos totalmente extendidos hacia el cielo entre cada Estación. Una acción de gracias y una retahíla encadenada de peticiones.

Luego vinieron los Monumentos en siete iglesias diferentes. Y poca, muy poquita gente en cada una de ellas. Y ante cada Monumento pedía por los que habían decidido no ir, no estar, no acompañar, no adorarle. Una pena, una gran pena.

Historia e intrahistoria. No todo es culpa de la sociedad porque la sociedad la forman individuos que han sido formados y educados por otros individuos. Algo se ha hecho mal. No es la propuesta, es la manera de ofrecer la propuesta; las formas nunca pueden oscurecer y tergiversar el mensaje. No vino en vano; no sufrió en vano; no murió en vano; no resucitó en vano. Lo hizo por todos, presentes y ausentes; fieles y apartados.


Una jornada llena de Amor y llena de ausentes. Si algo me ha quedado claro es que hay que evangelizar de nuevo. Con fe, con esperanza, con Amor, con ilusión, con alegría. 


Cueste lo que cueste, canse lo que canse. Con la vida. Por la Vida.

No adorar a nadie más que a Él

Parroquia Redentorista de la Inmaculada en Santander, aquella en la que di mis primeros pasos en la fe de la mano de mi madre, el paisaje natural de mi infancia. Jueves Santo, 22:00 h. Hora Santa dirigida por el P Eulogio; la imponente voz del P Eulogio CSsR. Es una estupidez, pero se me antoja que San Pablo debía tener la voz de este sacerdote, al menos igual de imponente. Una nadería, lo sé, pero de esas que especian el día a día.

Su voz iba envolviendo cada frase de la meditación, acariciando el alma, meciendo la conciencia, preparándonos a cada uno de quienes acompañábamos al Señor en el Monumento. Su voz y sus palabras nos empujaban a adentrarnos en el Misterio. A un lado, la estatua de San Alfonso Mª de Ligorio contemplaba la escena.

No adorar a nadie más que a Él. No sé. Yo simplemente he sentido Amor, el infinito Amor que le llevó a entregarse, a regalarnos la Redención; el eterno tierno Amor de regalarse en el Pan y el Vino. Se quedó con nosotros, en nosotros, en el Pan, físicamente real. Y la voz de Eulogio nos paseaba por el Misterio.

No adorar a nadie más que a Él. No sé. Yo simplemente le he ofrecido mi Amor. Y en ese aceptar y ofrecer Amor me he visto pidiendo de manera casi automática, casi inconsciente, por María, Toya, Paula, mi madre. Este año especialmente por Toya que le recibirá por primera vez. Y por una promesa.

No adorar a nadie más que a Él. No sé. No sé si adorar, porque fundamentalmente he pedido, he seguido pidiendo. Por los jóvenes que de distintas parroquias o santuarios Redentoristas de España han salido a las Pascuas y, especialmente, por aquellos a quienes les ronde el soniquete de Su voz para que se animen y como María digan un gozoso Fiat. Valor y oración para ellos. Y por los sacerdotes; y por quien vaya a Tirana, quien sea. Por los Imisioneros. He pedido por mi Comunidad del Perpetuo Socorro de Madrid que este año vive estos días, caminando hacia la Pascua, animados por los Laicos Redentoristas.

No adorar a nadie más que a Él. No sé. Si yo continuaba pidiendo; pidiendo por todos aquellos que han muerto por ser Cristianos, por todos aquellos que arriesgan sus vidas por la Fe, porque su propia perseverancia es en sí misma un gigantesco acto de Fe. Por poder adorarle cada jueves.

Y para cuando el párroco, el P Victoriano González, nos despedía animándonos a unirnos a los Laudes de mañana, yo comenzaba a ser consciente de que la compañía es Adoración, una sencilla Adoración. Me he dado cuenta de que pedir es un acto de Fe, de que pedirle a Jesús Sacramentado no es otra cosa más que Adorarle.


Sí, a nadie más que a Él.

miércoles, 16 de abril de 2014

Entre Judas y Pedro

Lo de Judas es tremendo. Tipos así puede haberlos en cualquier grupo, lo que no deja de ser tremendo y descorazonador. Cualquier grupo de amiguetes vive a diario situaciones estéticamente semejantes: el homenajeado en una cena, de quien todos están pendientes, que dice algo sobre alguno que llama la atención; un cotilla que le hace señas a otro que está más cerca para que le sonsaque, y el “más mejor amigo” que consigue la información. Lo que ocurre es que los amigos de los que hablamos esta semana son Jesús y los apóstoles y la traición no es que sea un comentario poniendo verde al líder, es que lleva a la entrega de Jesús para su muerte en la Cruz.

La curiosidad de Pedro me parece de lo más normal, que Juan le sonsaque, pues bueno, en fin, que sabía que era el discípulo amado… lo que ya no me cuadra es que, sabiendo que Judas iba a entregar a Jesús, no hiciera nada por impedirlo. Posiblemente no le creyera del todo, le parecería increíble aún viniendo de quien venía, o simplemente no acabara de entender.

Luego va Pedro y le niega las tres veces. Y lloró. ¡Cómo lloraría el hombre! ¡Cómo le entiendo! Sí, porque le entiendo. Llora porque comprende, llora porque ama, llora porque cree. Fue débil.  Fue pecador. Se arrepintió. Fue un débil pecador arrepentido por negar a Jesús y sus lágrimas van borrando su pecado, son como un preludio del Agua del costado de Cristo.

Lo de Judas, sin embargo, no puedo evitar que me de una gran pena. Que sí, una gran pena y que nadie me malinterprete. Es lamentable que hiciera su papel para que se cumpliera lo que estaba escrito, cierto. Lo duro es que llegó a ser consciente, devolvió el precio de su delito, le acosó el remordimiento; cuando a uno le acosa el remordimiento es porque reconoce el fallo y se arrepiente. Cuando la traición duele lo hace no por amor propio, no por reconocer que se ha sido débil, sino porque se ha fallado a quien se ama. Luego creo que Judas, aunque fuera muy, muy en el fondo, también amaba a Jesús. El problema es que amaba al Jesús hombre y punto; amaba al amigo al que entregó. No veía más que a un hombre. No veía en Él al hijo de Dios, al Redentor. Amaba al hombre amigo sin creer en el Redentor ni en su misericordia. Si hubiera creído, si hubiera aceptado el perdón, si hubiera aceptado que la Redención es Sobreabundante no creo que hubiera acabado suicidándose. Se quitó la vida, dolido, arrepentido, acosado por sus fantasmas, empecatado. Con aquel trozo de pan untado entro el demonio en él. “¿Soy acaso yo, Maestro?” ¡Pero será hipócrita con la pregunta!

Pedros que niegan amando hay muchos. Y aman de verdad aunque nieguen. Todos lo sabemos ¿o no?

Amigos muy amados como Juan, haylos, aunque no tantos.


Judas, lamentablemente, continúa habiendo, y los habrá hasta que el maligno pierda definitivamente la batalla. Pero cuando se está en ese momento, en esa fina línea como una cuchilla afilada que marca la frontera entre el llorar de Pedro y la desesperanza de Judas, esa frontera entre el bien y el mal, a mi me gustaría, como en la lectura del Libro de Isaías de hoy, que el Señor me diera una lengua de iniciado para saber decir al abatido una palabra de aliento. 

Aunque me corte los pies andando sobre esa frontera, la palabra de aliento puede marcar la diferencia al traidor. Por eso me gustaría que mis pies anduvieran por esa fría línea divisoria. Aún a riesgo de cortarme, de acabar sangrando, alguien debe estar junto al más necesitado de auxilio en ese instante y hacerle ver la Luz. Porque hay gotas de sangre y gotas de sangre. Y que el Señor me diera una lengua de iniciado de encontrarme en esa situación.

domingo, 13 de abril de 2014

Silencio y contemplación

No deja de impresionarme la cantidad de gente unida entorno a Cristo. Parece como si el pueblo de Dios se multiplicara. Son muchos los que ya se han ido de vacaciones y, a pesar de todo, el gentío de hoy en la Parroquia Santuario del Perpetuo Socorro de Madrid para celebrar el Domingo de Ramos ha sido impresionante. #JuntosSomosMas

Comenzamos la Semana Santa con el toque alegre, campechano, que combina con maestría la sencillez con la solemnidad, tan netamente Redentorista. #MarcandoEstilo Lo comenzamos con la alegría de aquellos que saben que caminan unidos hacia la Pascua.

Reconozco que yo vivo mi fe en una Comunidad singular –como tantos otros lugares diseminados por el mundo- multigeneracional, abierta, sencilla. Una Comunidad que no pregunta, acoge en el Corazón del Redentor con los brazos de María. Acompaña, ayuda, sostiene… En Familia. Multigeneracional en los feligreses y en los religiosos. Llegar a PS, llegar a casa y cruzarse con alguno de los mayores, saludar a los jóvenes y sortear las carreras de alguno de los niños es todo uno. Y hoy estábamos todos (incluidos Lalo y Gullie, como si no se hubieran ido), con nuestros ramos alzados para la bendición, como una multitud de borricos deseando llevar a Cristo. Una real y visible sobreabundancia de Amor.


Nuestro párroco, un curtido misionero de corazón inabarcable, el Padre Nicanor Brasa CSsR, nos tiene ya acostumbrados a salirse de sí mismo en las homilías de las fiestas centrales e importantes. No es simplemente la maestría heredada de su Padre San Alfonso María de Ligorio, es su corazón que gotea a cada palabra, que late en cada frase, que inspira con cada idea. De la de hoy me quedo con estas dos palabras: “silencio y contemplación”. A nadie le sorprenderá ninguna de esas dos palabra pronunciadas por la boca de un hijo del gran maestro de la Oración y autor de las Visitas al Santísimo, pero escucharlas hoy… …en fin, que así es imposible que uno adelgace: gordo de orgullo y con el corazón inflamado (y en él estaban también mis tres niñas que lo celebraban en la Parroquia Redentorista del Alto de Miranda, en Santander).

Participar en la lectura de la Pasión no deja de imponerme. Siempre que leo en misa trato de hacerlo con serenidad, con dicción clara y voz potente para que nadie se pierda una sola coma de la Palabra; con calma y tranquilidad. Pero cada vez que leo la pasión no puedo evitar, por mucho que me esfuerce, no emocionarme en el mismo punto: “Jesús dio otro grito fuerte y exhaló el Espíritu”. No puedo evitarlo. No puedo evitar sentirme Pedro y escuchar al gallo como no puedo evitar emocionarme.

Celebrar así el Domingo de Ramos, con las palabras de Nicanor y apuntalado por la fe de tantos, es la mejor manera de comenzar la Semana Santa; scalando en Familia. Por eso mismo inicio la Semana de Pasión dando gracias a Dios por ser tan afortunado. Sabiéndome afortunado, sabiéndome amado, me dispongo a acompañar a María siguiendo a Su Hijo camino de la Cruz  y con la mirada puesta en la Pascua.

viernes, 11 de abril de 2014

Pesa uno mismo

Pesa la piedra; pesa el pecado. Pesa uno mismo; sí, es uno mismo quien realmente pesa. Unos suaves dardos, dulcemente encadenados por la voz serena de Irene Gregorio, han ido golpeando poco a poco, abofeteando con amor a derecha e izquierda. Crees que vas preparado, sincera y profundamente preparado y colocan una piedra en tu mano… ¡Cómo pesa!

Cómo pesan piedra y mano. Esa piedra es uno mismo, todas las debilidades, todos los errores, todas las miserias personales que van a ser recogidas en el regazo de Dios. Pero esa piedra pone el punto justo, el centro adecuado… y el Evangelio. ¡Apedreémosla! Ahí está el quid. Un examen centrado en uno mismo o un examen centrado en el otro. Ambos y ninguno: un examen centrado, como la Vida, en Cristo… y ves tantos guijarros lanzados aún sin pretenderlo. Una cerbatana inconsciente –o aparentemente inconsciente- de ofensas. Y las llagas que se le van haciendo más profundas, y el martillo que cae a plomo sobre los clavos… y en cada gota de sangre, en cada lágrima se va derramando Su misericordia.

La maravilla de homilía del P Damián Mª Montes, y él junto a los Padres Marcos, Olegario, Juan Antonio, Fabriciano y Nicanor dispuestos a acercarnos el perdón del Señor. In persona Christi Capitis. No importa cuál de ellos, “solo” se trata de Su perdón. In persona Christi Capitis. El perdón, la alegría del perdón. El perdón, la emoción del perdón. El perdón, la gratuidad del perdón. El perdón, la incongruencia del perdón, la incongruencia del Amor. La Redención, el regalo inmerecido de la Redención.

La alegría, serena, profunda, casi infantil alegría. Recientemente escuché en el #iCongreso de @iMision a Monseñor José Ignacio Munilla afirmar que la tristeza es una tentación, afirmar y argumentar que la tristeza es una tentación…

Las manos del P Fabriciano Ferrero CSsR sobre mi cabeza y en ese mismo momento recordé la carita de mi hija Toya mientras se levantaba tras su primera confesión y yo me sentía igual: un niño feliz. Ni el espléndido coro de jóvenes de @parroquiaps, ni la voz de Irene… Solamente la Paz y la cara de mi hija. Ahora sí, ahora puedo ya recostar de nuevo mi cabeza en el Señor. Me siento de nuevo el discípulo a quien Jesús ama.


Así, como un niño feliz, scalando en Familia, voy caminando a la Pascua.

miércoles, 9 de abril de 2014

Muriendo de soledad, muriendo de hambre

Acabo de escuchar en el telediario que una empresa japonesa alquila familiares y amigos para bodas. Sí, familiares y amigos. Amigos que hagan bulto, hermanos ficticios, un falso padre que te lleve al altar… Tristísimo, simplemente triste. Incluso peor, pero el primer sentimiento que me produce es tristeza. Porque a la tragedia de la soledad se le une la ficción como modo de vida, la falsedad frente a los demás y la mentira a uno mismo. Demasiado.

Posiblemente Japón sea uno de los países donde se rinda más culto al consumismo, donde el capitalismo asalvajado es capaz de generar individuos enfermos de individualismo y ansias de construir una vida nueva sobre los cimientos pantanosos de un espejismo antojoso. Imagino que en el país de las tradiciones en el que el sintoísmo inoculó en el ADN generacional el culto a la familia y los ancestros, la falta de parientes, hermanos, padres que empuja a semejante absurdo histriónico sea un particular síntoma de la laicidad nipona. La sobreabundancia materialista enferma de humanidad, de soledad. Muriendo de soledad.

En otro punto del mundo el hambre, la pobreza, la opresión llevan a la desesperación en búsqueda de un futuro mejor sea como sea para hijos, esposas, padres que se dejan atrás. Se recorren kilómetros, se sortean fronteras para llegar del sur al norte, dejando la piel en inhumanas cuchillas que cercan la silueta del sueño que les han hecho creer; se dejan vidas en el camino, en la reseca tierra o flotando en el mar. Y todo por un futuro que en la mayoría de los casos no es para ellos mismos, sino para aquellos a quienes dejaron en sus lugares de origen. Muriendo de hambre.

Ambos son ejemplos del mundo que habitamos. Y yo lo veo cómodamente sentado en mi casa, mientras mis hijas duermen y espero a que llegue mi mujer que se agota a diario por conseguir un futuro aún mejor para nuestras hijas. Y hablo con mi madre a diario por teléfono, y hoy lo he hecho con mi hermana. Y he estado esta tarde en PS que es como mi casa, como nuestra casa. Con las durezas personales, con las crueldades de las nimiedades cotidianas, con nuestros anhelos y nuestros egoísmos no somos más que unos auténticos privilegiados. Porque nos tenemos, porque tenemos una Familia, amigos, gente a la que querer y que nos quiere;  porque sabemos que hay un Dios que nos quiere hasta el extremo de encarnar a su Hijo y entregarlo por nuestra Redención.

Esta tarde, en PS he rezado vísperas “Sed, en una palabra, imitadores de Dios, como hijos amados que sois. Y vivid en el amor a ejemplo de Cristo que os amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación de suave fragancia”; pero no puedo evitar pensar en toda esa gente que tiene de todo y son unos pobres miserables, en tanta gente que no tiene NADA y que por buscar qué  dar de comer a sus hijos se deja hasta la piel en unas cuchillas…


Y yo voy con fe, con esperanza, con alegría caminando a la Pascua. Cuando flojeo me fortalece la fe de mi mujer, la fe de tantos hermanos de mi Comunidad. Scalando en familia a la Pascua. Pero hoy pienso en los solitarios y en mi sobreabundancia de Amor; pienso en quienes por morir de hambre tienen sus manos sangrando y miro las mías y las veo demasiado blancas. Hoy me acuesto pensando que quizás un simple no balconear no sea suficiente. Y pienso en unos opulentos sin familia y en unos pobres extremos con familia.


Si no nos ensordece el silencio de los solos, si no nos mueve las entrañas el hambre de los hermanos ¿Cómo habremos de vivir el amor a ejemplo de Cristo? 
Y si nos ensordece, y si nos mueve... ¿Qué hacemos?

domingo, 6 de abril de 2014

Eligió a los mejores

…y creó el iCongreso. No producto de una varita mágica, no. Dios eligió a los mejores y los capacitó. Y como es Él quien actúa pues el resultado ha sido claro: éxito, un rotundo éxito. Y lo ha sido desde todos los puntos de vista posibles.

Un éxito desde el punto de vista estrictamente profesional, porque ha sido un Congreso profesionalizado, con una organización impecable, de un nivel altísimo, con unos ponentes de primer orden, talleres interesantes y aprovechables de verdad… En la faceta profesional de mi vida son ya unos cuantos los Congresos en los que he estado, nacionales e internacionales y… ¡Me quedo con el #iCongreso!

Desde una perspectiva puramente humana o emocional… ¡Qué decir! El contacto físico con aquellas personas con las que se lleva, al menos en algunos casos, interactuando durante años en internet es una experiencia única. Ya nos conocíamos. Con casi todos prevalece la sensación de habernos visto hace apenas un rato o un par de días. Yo he puesto voces a corazones, miradas a 140 caracteres.

Académicamente es indudable y aún no mensurable lo que he aprendido… Para empezar que ¡internet no existe! Monseñor Celli, Antonio Spadaro SJ (@antoniospadaro), Gustavo Entrala (@gentala), Susana Herrera (@susanaherrera), Monseñor Munilla (@ObispoMunilla), José María Rodríguez Olaizola SJ (jmolaizola), Aleteia (Álvaro del Real), Arguments (@sofialtimari), Curas OnLine (@CurasOnline y el revolucionario descubrimiento de @sercode), Católicos_es (@catolicos_es), May Feelings, Xiskya Valladares RP, Antonio Moreno, Ana Medina, Gema Fraile, Jota Llorente SDB, Daniel Pajuelo SM, Paulina Núñez RC… ¡Como para no aprender!

No quiero emular al P Fortea hablando de los pastelillos del aperitivo pero, incluso gastronómicamente, el cátering y los aperitivos en los descansos fueron muchísimo más que dignos.

Musicalmente no puedo hablar porque me perdí los conciertos, y mira que siento haberme perdido a Jota… A todos, pero Jota… Sin embargo, sí que he podido disfrutar del genial coro del iCongreso, disfrutar con el estupendo #iCorico

Desde la perspectiva espiritual, por tan humano, ha sido realmente divino. Para mí comenzó con la Eucaristía en la espectacular capilla de la Universidad San Pablo CEU, obra del P Marko Rupnik S.J., presidida por Monseñor Munilla (que casi pareció "copiarme" lo de las ciberluciérnagas) y con mi paisanuco Antonio Arribas como diácono, y acabó con otra en el mismo lugar, presidida por el mismo obispo, concelebrada por quince sacerdotes y con el seminarista Javier Sánchez Collado acolitando. Me perdí a Jota en concierto, pero no lo cambio por el P Jota Llorente leyendo el Evangelio y revestido con su estola misionera. Son el mismo, lo sé, y lleva a Cristo al estilo de Don Bosco en Pan Bendito, cantando y también con la Palabra, ya lo sé. Pero es que tenerle frente a mí, a apenas un metro  de distancia, señoreando con su voz el Evangelio…

Y, diosidades de la Vida, la Liturgia me regaló el salmo de hoy: COPIOSA APUD EUM REDEMPTIO. Toma, toma, toma… Y poco antes yo había respondido micrófono en mano a @scasanovam, mi querido Santi Casanova:

Xq se responde en gerundio xa q conozcan su Sobreabundante Redención xa ellos Mi respuesta a @scasanovam #iCongreso http://www.scalandoenfamilia.com 

Comunión, #iComunion. Eso ha sido este Congreso, una reunión de familia, unos 300 en directo, más los que se unieron por streaming desde diferentes partes del mundo, más de doce mil tuits, 30 millones de impresiones, trending topic en España… Yo me quedo con la Comunión y el envío de D José Ignacio Munilla: “…id al mundo entero y proclamad el Evangelio en estado permanente de misión”. Y su frase casi final de la celebración: “La Iglesia está en estado permanente de misión, reforma y conversión”.


Sí, así me quedo, scalandoenfamilia, sin miedo al carisma del prójimo, al contrario. Y pequeñito, diminuto a su lado, pero agradecido a @Xiskya, @smdani, @_AnaMedina_, @JulianLozanol, @Antonio1Moreno y al enorme @scasanovam. El Señor os eligió a vosotros, los mejores, dijisteis adelante y os capacitó.

viernes, 4 de abril de 2014

Primer Congreso de iMisión

Esta noche comienza el #iCongreso de #iMision, el Primer Congreso de iMisión. Qué vaya a ocurrir allí ya lo iremos viendo a lo largo del fin de semana y, a buen seguro, lo iremos viendo en el tiempo, como en toda gran obra. Lo iremos viendo, contando y viviendo.

Ahora simplemente quiero mostrar mi admiración por la religiosa de Pureza de María  Xiskya Valladares (@xiskya) y el P Daniel Pajuelo SM (@smdani) que tuvieron la, llamémoslo idea por no decir inspiración, de crear www.imision.org (“Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación, Mc 16, 15”). Aún no conozco personalmente a ninguno de los dos, todavía no nos hemos desvirtualizado, pero más allá de la química o no que pueda existir, más allá de las afinidades personales que puedan o no haber, lo que sin lugar a dudas brilla es el lío que han montado en ese espacio vital que es Internet, en el lugar habitado de las redes sociales. Más allá de personalismos es un lío que aglutina a muchísimos católicos de habla española. Yo soy uno de esos que se ha visto arrastrado. Su afán ha llegado a la realidad del #iCongreso que comienza esta noche con un concierto de Jota Llorente, Álvaro Fraile y Dawidhs. Mañana, tras la Eucaristía y el saludo inicial de Monseñor Celli comenzarán las ponencias, la primera de ellas a cardo de Antonio Spadaro SJ, pero tampoco quiero ahora desgranar el programa.

Solo quiero poner la luz de los focos al denominado Staff de iMisión, (algo así como el Consejo, Junta o Equipo Directivo), porque Xiskya y Dani no han estado solos, sino rodeados de un puñado de personas -las mejores- con las que han compartido ilusión, desvelos y trabajo: mi querido Santiago Casanova Miralles (@scasanovam), el P Julián Lozano (@JulianLozanoL), Ana María Medina (@_AnaMedina_), Susana Hortigosa (@SueHortig). Más algunos otros colaboradores que se han ido uniendo y con los que han llevado a cabo diversas actividades y campañas en Redes Sociales como fundamentalmente Twitter. Juan Antonio, Antonio, Josefer, Jota, Olalla, Juan Pablo, Alex...y más, porque son y han sido más.

Cuentan todos con mi aplauso, admiración y agradecimiento por aglutinar a todos los llamados #iMisioneros, a todos aquellos que simplemente evangelizan con su presencia en la red. Porque todos somos Iglesia y lo somos también en la Red. Esfuerzos, desvelos, trabajos por y para todos sin más recompensa que la que tendrán Arriba.


Un puñado de ciberluciérnagas llevando la Luz a la Red.