Scala News

sábado, 4 de febrero de 2012

Aquí estoy/aquí estamos


Estoy demasiado acostumbrado a tratar de no molestar, a no entrometerme, como para abordar a la gente de una manera clara y abierta. Quizás demasiado hecho a circunloquios y recovecos, a hablar sin hacerlo, a lanzar la pelota esperando que la recojan para comenzar el juego de la palabra. Por eso han sido muy pocas veces en mi vida las que me he acercado a alguien para preguntar, para ofrecer mi hombro, o mis oídos, o mi compañía, mi corazón y mi cariño; aunque siempre estoy dispuesto cuando me lo piden. O sencillamente permanezco en la sombra, tratando de no ser notado, pero presente, como diciendo: aquí estoy. Quien me conoce sabe que eso basta, que mi sombra es un continuo ofrecimiento. Callado, por mucho que las frases vayan construyendo un discurso estructurado.

Creo que hay alguien cercano y querido – sin más datos, que no son necesarios- que no está en su mejor momento anímico. Puede que no sea más que una intuición equivocada; ojalá lo sea. Pero percibo dudas y una cierta soledad; y no hay soledad más cruel que la que sientes cuando estás rodeado de gente. “¿Porqué me has abandonado?”. Incluso Él lo pensó por un instante.

Si me equivoco no pasa nada porque nadie se dará por aludido. Pero si no lo hago sólo quiero que sepas que aquí estoy, y María, incluso Toya y Paula. El vacío a veces no lo llenan las palabras, sino el silencio compartido. Sea lo que sea, se trate de lo que se trate, aquí estoy, aquí estamos. Si soy/somos necesarios, y para lo que sea. Lo que somos y lo que tenemos, pero sobre todo un corazón común que late acompasado.

Porque creo que a veces lees este blog – no me importa equivocarme- aquí estamos.

Te queremos.

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