Scala News

miércoles, 26 de octubre de 2016

Papa y líder




Antonio Olivié, CEO de la agencia de noticias Rome Reports, nos ofreció ayer una muy interesante charla sobre su visión particular del Papa Francisco como Líder. Tuvo lugar en la sala "Speech & Debate" del Colegio Alegra.

Agradezco al APA del Colegio –allí estudian mis hijas y trabaja mi mujer- iniciativas como ésta. Lo cierto es que la existencia de un aula en un centro educativo llamada Speech & Debate es en sí misma algo extraordinario. Que se instruya a las alumnas en ello es aún más inusual y elogiable por cuanto ejercitan la dicción, la agilidad mental, el razonamiento lógico y, sobre todo, el pensamiento crítico.

El caso es que @AntonioOlivie nos mostró el embrión de lo que ya se gesta como un extraordinario reportaje sobre Francisco, elaborado por Rome Reports. Me pareció buenísimo el enfoque desde el punto de vista del liderazgo porque le reviste de un cierto rigor profesional, abstrayéndose del lastre que podría suponer el mero aplauso confesional.

Antonio se mostró como alguien cercano, dialogante y con ese punto de humildad que sólo brilla en los realmente grandes, para mostrarnos a un grande entre los grandes como es el Papa.

Me sorprendió ver que, al tuitear algunas de la frases del propio @AntonioOlivie, mis tuits eran retuiteados y alguien sugirió que el próximo acto de este tipo fuera grabado; @Colegio_Alegra recogió el guante… ¿Y una retransmisión en directo…? La tecnología es sencilla y al alcance de la mano… Periscope, incluso desde el propio perfil de Facebook.

Precisamente son las nuevas tecnologías y las redes sociales las que en buena medida contribuyen a difundir y asentar esa imagen de liderazgo, gracias a la audacia de Gustavo Entrala, gestor de @Pontifex, la cuenta de Twitter del Papa creada en el pontificado de Benedicto XVI. Difunden y asientan, pero no crean algo de la nada.

La realidad es que ese liderazgo es fruto de la personalidad de un hombre normal y corriente, que habla como un hombre normal y corriente; la personalidad de alguien que quizás reúna también bastantes de los tópicos aplicados a los argentinos, porque lo es. La personalidad de un religioso. No es baladí que sea religioso, y jesuita. La personalidad de quien no tiene pelos en la lengua y dice también cosas bastante duras, aunque lo haga sonriendo. La personalidad de quien tiene el valor y el coraje de decir lo que cree, hacer lo que debe e ir adonde no le aconsejan. La arrolladora personalidad de un hombre de fe sin tonterías.

Personalidad que atrae, no deja indiferente, mueve conciencias, remueve corazones, incomoda y genera críticas. Un hombre que solivianta y exaspera al maligno: http://www.scalandoenfamilia.com/2016/01/el-papa-hereje.html

Ese hombre que tanto me recuerda a quien se afanó por utilizar un lenguaje sencillo e inteligible por el pueblo, a quien se desmarcó tanto de rigoristas, jansenistas, como del laxismo dimanante del relativismo moral. Sí, bastante del Papa me recuerda a San Alfonso.

Un hombre normal y corriente, pero elegido para su labor por el Espíritu Santo. Un líder, sí, pero precisamente por eso es mucho más que un líder. Ojalá Rome Reports pueda completar pronto ese reportaje para que pronto podamos disfrutarlo. Por ahora, gracias a @AntonioOlivie por esa visión original y a @Colegio_Alegra por ofrecernos a los padres (y a las alumnas) algo más que cifras y letras.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Cuestión de enfoque

En la vida cotidiana, propia o ajena, se producen en ocasiones hechos, acciones, se desarrollan actitudes que me hacen pensar sobre la coherencia y el enfoque. Tomamos decisiones u otros las toman por nosotros; actuamos muchas veces llevados simplemente por la inercia.

¿Cómo de conscientes o inconscientes son nuestros actos? ¿Cómo de coherentes? ¿Qué me mueve? ¿Busco el bien común, un bien superior o, por el contrario, me veo inmerso en una tecnicista eficiencia o autoregalado por mi propio renombre, mi propio ego? Preguntas que afectan a todos los ámbitos de nuestra vida, personales, laborales, sociales, incluso cuando pretendemos ser una mínima luz para los demás. La coherencia de una vida no está parcelada, la coherencia de una vida ha de serlo en su totalidad.

Pero somos de barro, frágiles y débiles. ¿Sirvo o me sirvo de? ¿Remo al unísono con mis hermanos? ¿Hago que remen y agradezco? ¿Hago que remen y voy descartando de puerto en puerto?

Es bueno cuestionarse porque nos hace crecer. Digo cuestionarse en primera persona, aunque a veces sean actitudes de terceros las que nos hagan mirarnos a nosotros mismos. Puede ayudarnos a enfocar.

¿Me puedo sentir impelido por las injusticias de la humanidad y mostrarme frío, indiferente, con mis seres más próximos? ¿Puedo esforzarme por denunciar las cadenas que atan a quienes están lejos y mostrar una absoluta falta de empatía por quien tengo más cerca? Obviamente se puede porque ocurre a diario, pero ¿es coherente? ¿es evangélico? ¿es cristiano? ¿Me desvivo por el alejado y descarto sin explicaciones al prójimo próximo?

¿Me mueve Cristo? ¿Me mueve el otro? O…. ¿me acaba moviendo mi “yo”? Porque una buena intención inicial puede acabar desenfocada. No es grave, pero quien desprecia lo poco no tardará en caer, nos dice el Eclesiástico. No es grave, simplemente hay que volver a enfocar. Cosas de la conciencia.

Cuestiones a tener en cuenta a uno mismo, no a los demás. Y en todo, caridad. Yo llevo gafas, así que hoy os dejo, como siempre, en gerundio: enfocando. 

jueves, 6 de octubre de 2016

¡50 añazos!

Un instante. Me parece apenas un instante. A pesar de que hoy cumplo cincuenta años no son más que un pellizco en el tiempo, pero ese pellizco abraza medio siglo de vida.

Tras la barba entrecana aún reconozco al niño rubio, hasta donde alcanza mi memoria, frente al espejo; suerte que la emocional la debo tener hiperdesarrollada. Cierro los ojos y aparecen ordenados, lugares, olores, personas. No puedo sino dar gracias a Dios por la Vida, por mi Vida. Es ahora, si vuelvo la vista hacia atrás, cuando le reconozco a Él en tantas personas, en tantas situaciones, tras tantas decisiones. Pero casi cuando más nítidamente le reconozco no es en los éxitos, es en los momentos duros, que los ha habido, y muy duros. Uno cree que está a los pies de la Cruz, y lo está; sin embargo, las veces que caí estrepitosamente era Él quien estaba a mis pies para recomponer mis pedazos. Esperando para abrazarme.

El entorno, el nido, es fundamental para el desarrollo del individuo y el Señor me regaló el mejor. Cuando se cumplen años a quien realmente habría que felicitar es a quien peor lo pasó en el parto: la madre. Yo no tengo calificativos suficientes para la mía que permanece serena, fuerte, erguida, alegre, amorosa y joven para todos nosotros; el ejemplo de una vida regalada a los demás. La máxima expresión de señorío, dignidad y entrega. La primera imagen de Dios a mi lado: la ternura de mi madre. Mis hermanos (no sería quien soy sin ellos), mis cuñados, mis sobrinos. La presencia de mi abuela Emilia hasta los 18 años; transmisión generacional de ubicación y pertenencia. Y mi padre que nos contempla a todos desde el cielo. #Familia

Ese entorno se completa con los amigos que, en mi caso, son una extensión de mi familia. Tengo la fortuna de conservar los de mi infancia, más aquellos que fueron cayendo a mi lado como un regalo de lo Alto a lo largo de loa años. Vida entretejida. Ahí han estado, a mi lado, a nuestro lado, como Ángeles de la Guarda. ¡Qué importantes son siempre los amigos! Sin nombres; son ellos. #Familia

Uno va creciendo, tropezando, levantándose. Aparecen cicatrices. Y se curan. Y a cada paso, tras cada caída, ese Cristo real se va intuyendo; un buen día se hace presente y lo inunda todo. Y se toman decisiones que transcienden porque vienen de Arriba. MLSR. El innombrable. San Alfonso. PS. Comunidad. Redentoristas religiosos y laicos. #Familia

Andando, creciendo, escribiendo, se abren puertas. Me veo iniciando este blog y, tiempo después, Calasanz de por medio y mediando Alfonso aparece iMisión. Hermanos. Comunión. #Familia

#Familia. Siempre la Familia, siempre en Familia. 15 de agosto de 2002. El buen Dios me hizo el mayor de los regalos: María, mi mujer. Un golpe de pelo, una mirada y todo estaba dicho, todo estaba claro. La cuadratura del círculo de dos historias que confluyen para crear la propia, en común. El Amor individual pensado desde el inicio de los tiempos, formado por las manos del Creador, dos nombres escritos en las palmas de Sus manos. #Matrimonio Iniciando un Camino común; un Camino de santidad. Apoyo, Roca firme. Y el Señor que confía en nosotros y nos concede el don de los dones: dos criaturas que nos esperan en el Cielo y Toya y Paula. Ternura, responsabilidad, entrega, donación. Amor. La mayor alegría, la mayor esperanza, la mayor responsabilidad. Los hijos son un regalo. Ojos que descubren la Vida y te regalan inocencia y su absoluta confianza. La placidez de ese Amor que te roba el sueño. Barro entre las manos. Amar, formar, enseñarles a descubrir, a descubrirse y ser ellas mismas. Ellas dan sus propios pasos y crean sus propias huellas.

50 años. ¿Qué pesa? Aquí no hay dudas: el mal hecho y el bien dejado de hacer. 50 años desquiciando a mi pobre Ángel de la Guarda.

50 añazos, pero ¿qué queréis que os diga? Me encuentro como un chaval. No son más que un pellizco de tiempo; un pellizco en el tiempo. Mi tiempo. Gracias a la Virgen María por ser mi Perpetuo Socorro. Gracias mi Dios por la Vida, por mi vida. Hasta que quieras. Aquí me encontrarás, intentando ser luciérnaga, scalando en Familia.

Hoy acabo como lo hacemos cada noche al acostar a las niñas:

In hora mortis mea voca me
et pone me iuxta Te
ut cum sanctis tuis laudem Te
in saecula saeculorum. Amen.


jueves, 22 de septiembre de 2016

¿Ver pasar la vida...?

Hoy han fallecido dos personas muy especiales para mi mujer y para mí, de las que son capaces de marcar una época y permanecer en el corazón y en el inconsciente colectivo de quienes les conocimos.

Antonio de Escalante Huidobro fue, a lo largo de su extensísima vida uno de esos caballeros singulares que marcan la historia y el paisaje de su ciudad. La historia de su familia, los Escalante, es en sí misma una parte importante de la intrahistoria de Santander y, a través de su hija María, de la mía propia; mucho el cariño, mucho lo compartido. Van ya camino a los cincuenta años de recuerdos; una Vida.

Alfonso Ruiz de la Prada Sanchiz fue un caballero en todas las acepciones elogiosas que podamos darle a esa palabra. Una bellísima, una excelentísima persona. Alfonso es para mi mujer mucho más que el padre de unos amigos, es alguien de su familia, de esa familia que, sin serlo, lo es como regalo de Dios; como don. Una parte de su Vida.

Ante la muerte de seres queridos uno puede quedarse en el dolor, cobijarse bajo un caparazón que le haga ser un mero espectador o centrarse en lo fundamental: la Vida. Ver pasar la vida de los demás es no vivir; implicarse, formar parte es lo que hace al ser humano vivir. Una vida plena, con errores y aciertos, con caídas, magulladuras, fracasos y éxitos; una vida compartida. Eso es la vida aquí; compartida la v se va engrandeciendo y al morir se hace mayúscula. Yo no concibo ver pasar la vida; no sé vivir sin pasión. Cada día que pasa no es un día más o un día menos; cada día que pasa es una oportunidad, un paso que nos aleja o nos acerca; caminando, en gerundio. Scalando en Familia.

Esa realidad le hace a uno ser consciente de que no es ni siquiera el recuerdo que dejes, es la transcendencia, el regalo de la sobreabundante Redención, es lo de después lo que realmente merece la pena. Lo que hagamos aquí, todo aquello que hagamos en cualquier ámbito ha de ser un preludio, un intento de acercar el reino a la tierra; el resto es superfluo.

La Virgen María, san Antonio y san Alfonso ya han salido a vuestro encuentro. Antonio, Alfonso, que veáis cara a cara a vuestro Redentor y gocéis de la contemplación de Dios por los siglos de los siglos.

Que este soneto de Antonio sea hoy oración por ambos:

“Silueta de la ermita abandonada en el roto cantil de la
Ribera, refugio de la Virgen marinera,
Su pesebre, su altar y su morada.
Blanca de sal, espuma inmaculada, la imagen navegante que
viniera como el limpio flotar de una bandera en las alas del mar de una bordada.
Salve al atardecer, velas al viento, y luz y oscuridad y lejanía
unidas en el mismo firmamento.
Y paz en las pupilas para verte, Virgen del Mar, plegaria y
poesía en la eterna bordada de la muerte".


jueves, 8 de septiembre de 2016

No, no soy del Opus

En mi empresa compartimos oficina con otra compañía, con lo que en ocasiones mantenemos charlas comunes a la hora de la comida. Una de mis compañeras, casada hace pocos meses, nos dio la feliz noticia de que está embarazada. De ahí surgió la conversación de la paternidad, los hijos… Yo conté que tenemos dos niñas, que otras dos criaturas nos esperan en el cielo y que nos habría encantado tener más. Todo normal. Casi todo. Alguien de la otra empresa me soltó: NO SABÍA QUE FUERAS DEL OPUS. Me quedé perplejo. Lo hizo como quien te lanza el mayor de los insultos. Me sentí ofendido.

No, no soy del Opus. Soy Misionero Laico Redentorista, mi familia es una familia Redentorista tanto como los Redentoristas son la familia a la que pertenezco”. A mis hijas les acompañan Redentoristas. Tenemos una vida espiritualmente plena. Pero ¿no entiendo lo que quieres decir? Si lo fuera ¿cuál sería el problema?

No contestó. Pero yo soy insistente.

Uno de mis mejores amigos, de los de verdad y demostrado con creces, es supernumerario del Opus Dei. Conozco a gente maravillosa que pertenece con mayor o menor vinculación a esa Prelatura. Sigo a diario, gracias a las redes sociales, las cuitas de un numerario a quien conozco que, en Kenia, se deja la vida sacando a chicos de la calle, de la droga, del abandono y el maltrato y les consigue cobijo y educación. Mi mujer trabaja feliz en un Colegio de la obra corporativa del Opus, y a ese colegio acudirán mis hijas como alumnas desde el lunes. ¿Cuál es el problema? Seguro que hay auténticos cretinos que o pertenecen o simpatizan con el Opus, como en cualquier formación humana. Yo, hoy por hoy, no los conozco.

Se hizo el silencio. No es bueno mantener ciertos silencios porque crean connivencia, son caldo de cultivo de prejuicios enraizados y no corrigen a quien yerra. Y yo, por carácter, no soy muy de morderme la lengua, la verdad.

Desde hace años tengo la fortuna de conocer y vivir la riqueza extraordinaria de mi Iglesia. Me he educado en los Escolapios donde me instruyeron de manera extraordinaria en la fe recibida en mi casa. San José de Calasanz es un referente para mí. Soy muy de “tonterías”, y una de ellas es que, de ser posible, a la hora de mi muerte, si hay alguien que rece a mi lado por mí la Recomendación del Alma me gustaría que invocara a Calasanz tras Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y San Alfonso para que salgan a mi encuentro. Tengo la suerte de conocer y querer a Esclavas, Kikos, Marianistas, Salesianos, Jesuitas, Pureza de María, miembros de Schoenstatt… de cada uno de ellos tengo algo que aprender y cada uno de ellos tiene algo que me hace admirarles.

En el año 2011 en una entrevista que realizaron a Monseñor Joseph Tobin CSsR, siendo secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, dijo: “La vida consagrada se parece a la selva amazónica. En ella hay muchas especies distintas de plantas y árboles, algunas antiguas y recias, otras tiernas y jóvenes, pero esa selva hace respirar a todo el mundo. Es su totalidad, no tal o cual grupo, lo que hace que la vida consagrada dé oxígeno a la Iglesia”. De igual forma los laicos agregados de una u otra forma a esas Congregaciones, Institutos o Movimientos, tratamos de dar oxígeno expandiendo esos carismas en el mundo, viviendo esos carismas en el mundo; es nuestra manera peculiar de anunciar el Evangelio. Mi familia y yo lo hacemos en una de esas familias, antigua y recia, pero con hojas jóvenes y llenas de Vida.

No, no soy del Opus, pero cuando hoy me lo han lanzado como si me escupieran he alzado la voz en su defensa. Además de injusto, atacar a un miembro es atacar al Cuerpo entero.


Chato, como te he dicho esta mañana, infórmate, lee, entérate y te podrás liberar de todos esos prejuicios que ni te dejan crecer ni ser tú mismo. Me alegro de que te gustara la cruz que llevo al pecho pero ¿sabes? No es un adorno. Esa Cruz es mi vida y la de mi Familia.

Scalando en Familia...

miércoles, 31 de agosto de 2016

Cinco años

31 de agosto. Cinco años. Hace ya cinco años decidí hacer una confesión: que un día me dijeron que Él era mi Amigo ( http://www.scalandoenfamilia.com/2011/08/me-dijeron-que-era-mi-amigo.html ). Con esa entrada inauguraba este blog, sin saber muy bien… comenzaba una exposición que era para mí una enorme incógnita.

Cinco años después aquí sigo. Tratando de darle a conocer de una manera simple y sencilla, con la vida casi diaria de un padre de familia normal y corriente. Visión personal, experiencia personal. Dándole a conocer a Él y a mi Familia Redentorista. Un padre de familia que es misionero laico del Santísimo Redentor. Dos pasiones vividas precisamente con eso: pasión.

Son muchísimas las personas de los cinco continentes que han pasado por aquí, pero no me importa nada el número. Me quedo con quienes casi semanalmente le encuentran cuando, paradójicamente, van buscando en google dos palabras, “bragas sucias”… y se dan de bruces con http://www.scalandoenfamilia.com/2014/02/bragas-sucias.html; me quedo con alguna vocación afianzada; me quedo con quien descubrió a la Perpe, a San Alfonso o a varios de los santos o beatos Redentoristas; me quedo con quien le vio y siguió avanzando; me quedo con un seminarista de Santander; me quedo con quien llegó a ser una madre soltera de Argentina; me quedo con quien descubrió a esta Familia; me quedo con algún “gracias”; me quedo con el abrazo de aquellos a quienes he podido conocer; me quedo con quien me ha parado por la calle y sus palabras; me quedo con la comunión.

También ha habido algún insulto, críticas insanas, amenazas. Oración.

Uno aprende a perder el pudor de hablar de Dios, de mostrar caídas, debilidades y que la propia vida no es perfecta, que uno mismo es un cúmulo ingente de imperfecciones. Ese perder el pudor, hacerse visible, tratar de mostrar el Rostro Amable de quien nos regala la Redención Abundante, también me ayuda a mí.

Cinco años compartiéndolo en las redes, interactuando, creciendo. Preguntando, buscando, escuchando. Siempre en gerundio.

Cinco años. La barba más blanca, caminando con María y nuestras hijas creciendo. Cinco años viendo hermanos comprometerse, ordenarse y cómo la Familia crece. Cinco años y personas que ya no están, que ya han llegado, como mi padre. Todo tan natural como lo que es: la vida misma.


Cinco años scalando en Familia. Gracias a todos. ¡Gracias a Dios!

viernes, 26 de agosto de 2016

Religiosos y populares


Compruebo últimamente que hay quien no lleva muy bien la popularidad de los miembros consagrados de la Iglesia. No voy a entra a valorar opiniones particulares. Desde el respeto cada uno es muy libre de tener las suyas.

A mí me parece extraordinario que existan caras visibles, de éxito y con elevada popularidad de sacerdotes y religiosos que se exponen regalando sus dones al servicio del reino. Todo aquello que es humano es, sencillamente, divino. Cuestión de dones y de vocaciones. Y atraen, acercan a alejados, descubren a quienes no conocen, muestran diferentes caras de una misma Iglesia.

Cuando los ejemplos corresponden a otra época, como Calderón de la Barca, Vivaldi o el propio Hilarión Eslava, no hay problema. Cuando los ejemplos son contemporáneos no lo ven con los mismos ojos. No sé, quizás en el fondo late el inconsciente de las inseguridades.

Xiskya Valladares, Daniel Pajuelo, Damián Mª Montes, Isabel Guerra son simplemente ejemplos extraordinarios de distintos ámbitos que muestran la Iglesia de una manera diferente. Atraen, comunican, acercan la Palabra. No actualizan la Palabra, la cuentan con un lenguaje inteligible para muchísimos que no lo entenderían de otra manera. Con la comunicación, la música o la pintura.

No adaptan el mensaje, no tergiversan la Palabra. Utilizan sus dones. Me parece extraordinario y generosísimo. En el fondo me recuerdan a los esfuerzos de otro cura, Alfonso, por utilizar en sus homilías un lenguaje que el pueblo pudiera entender, llano, directo y al grano; un lenguaje que hizo que sus obras literarias se expandieran con una rapidez inusitada, alejado de los circunloquios y barroquismo de su época. Hoy en día ese cura, Alfonso, es doctor de la Iglesia y patrono de moralistas y confesores.

Aplaudo a aquellos que se exponen, que atraen y acercan. No todos conocen, no todos entienden y no todos están preparados para lo de siempre. Es la realidad de nuestro mundo, complejo y con múltiples realidades.

No comprendo que haya nadie en la Iglesia que pueda estar en contra de propagar la Palabra. Y de su propia exposición, del propio regalo de sus dones, van surgiendo vocaciones. Eso es un hecho real. Así que ¡GRACIAS!

lunes, 22 de agosto de 2016

Primera Comunión


Cuando la sonrisa se te escapa del cuerpo y los ojos iluminan cuanto miran, todo va bien. Así se muestra habitualmente mi hija Paula, y así brilló de manera especial el 13 de agosto. Era la festividad de la Virgen del Campo, patrona de Cabezón de la Sal, el pueblo de sus mayores. Y era el día de su Primera Comunión. Feliz. Estaba feliz y plenamente consciente de lo que habría de hacer, de lo que iba a ocurrir.

Cuando celebras las cosas rodeado de la gente que te quiere, en familia, la alegría se expande porque es compartida. Cuando el sacerdote también te quiere pues, en fin, pasa lo que pasa, que la ceremonia descubre el Misterio en una reunión familiar, y eso es lo que consiguió Jorge charlando con Paula. Le conoció cuando apenas tenía dos años y este verano cruzó una vez más la Península. Una ceremonia sencilla, profunda, normal y divertida. Cargada de Amor. Y también de símbolos...

Los símbolos me parecen importantes. Siempre lo son. Tuvo la suerte de poder comulgar por primera vez en una capilla ligada a su familia desde tiempo inmemorial, de hacerlo llevando el mismo traje con el que comulgó en el mismo lugar su abuela materna que la acompañaba desde el cielo. Frente a ella, sobre el Altar, coloqué la Cruz Redentorista y un Icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Los recordatorios eran de la Perpe y un dibujo de Antonio Puerto con el corazón ya marca de la casa de Damián. Insisto en que los símbolos son importantes, entre otros motivos, porque contribuyen a hacer presentes a los ausentes. Todo pensado; de la espontaneidad arrolladora se encargaron Jorge y Paula. Y de la música Manuela, Dori y Almudena; Ps en Cabezón… Impagables. Una guitarra y sus voces hechas oración. Sin más y sin necesitar más; como cada domingo en Ps.

Son importantes, pero son eso, símbolos. Lo central, lo fundamental, es el milagro que con las manos del sacerdote ocurre en cada Eucaristía: Cristo se nos da de nuevo, y para mi hija pequeña fue la primera vez. Una de las pocas veces que comulgará con pan, porque no tolera ni la mínima cantidad de gluten que contienen las formas mal llamadas “sin gluten”. Lo hará –lo hace- habitualmente con vino, en el “mini cáliz” que le regaló mi madre. Siempre en gerundio, sorteando obstáculos...

Todo sencillo, natural y lo más normal del mundo. Viendo ahora las fotos, viendo su cara… sólo puedo pedir que nunca pierda esa sonrisa, esa ilusión, esa espontaneidad que la acompañan a cada paso. Dios nos encargó a su madre y a mí que fuéramos los custodios de Paula. Y ahí vamos, haciéndolo lo mejor que podemos. Padres en gerundio de dos hijas estupendas y otros dos que nos cuidan desde Arriba.

Hoy, un sacerdote del Arzobispado Castrense, el P José María @paterjm, me ha etiquetado en Twitter en una foto preciosa acompañada de la siguiente frase: “El largo camino de la enseñanza se abrevia mediante el ejemplo”. Cierto, pero me ha hecho recapacitar en mis debilidades como padre. Me quiero consolar pensando que cada vez que ves caer a alguien, si a continuación lo ves levantarse al menos puedes obtener el ejemplo de la perseverancia.

El 13 de agosto fue un día feliz, compartido. Un día por el que dar incesantemente gracias a Dios. Unos padres agradecidos, en gerundio y acompañados: scalando en Familia.

martes, 26 de julio de 2016

Desde el Islam


Estamos inmersos en una guerra que ya no es soterrada. El silencio ante la condena de los atentados que se vienen sucediendo en cualquier punto del globo supone una connivencia atroz con el terror. Uno no puede callar, no puede no condenar, sin ser en cierto modo cómplice.

Los estados nación y las entidades supranacionales tienen el ineludible deber de proteger a sus nacionales en primer lugar, de proteger y amparar a los ciudadanos que las conforman. La ley, el imperio de la ley y el derecho deben prevalecer sobre cualquier circunstancia para la defensa de los suyos; defensa con las armas de la ley y el derecho. Encuadrar los derechos humanos, y los derechos de los refugiados es otro deber moral de los Estados. ¿Cuál prima cuando uno pone en peligro al otro? Bajo ningún concepto han de dejarse de lado los derechos humanos, pero el deber de atención a los nacionales es constitutivo del propio Estado. Los derechos de los refugiados deben ser igualmente salvaguardados.

Ahora bien, cuando un refugiado o un solicitante de asilo mata de manera no ya indiscriminada, si no con el objeto de cercenar una civilización y modo de vida concreto, ya no es ni refugiado ni asilado, es simplemente un infiltrado del enemigo, no otra cosa.

Actualmente la guerra contra la civilización y modos de vida occidentales se viene librando en nombre de una manera determinada de entender el Islam, en nombre de Alá. Comprendo que se traten estos temas con pinzas para no dar lugar a equívocos, para no generar explosiones de odio, racismo o islamofobia. Nada de eso está en mi ánimo. Pero es la realidad; una guerra firmada cada día con la sangre de un nuevo muerto. No creo que se pueda acabar con esto sino desde el propio Islam. Aquellos que se dicen islamistas moderados o pacíficos son quienes tienen en su mano las llaves del cambio lento y doloroso. También los de a pie, de igual manera que yo con mi vida soy responsable de expandir el mensaje de Cristo. Aunque también los de a pie se ven en muchos lugares amenazados, torturados y asesinados. Pero son los poderosos quienes pueden poner en marcha el engranaje de filtros y reeducación. Una labor de ingeniería política y social sutil y lenta, pero eficaz.

Bien sabemos lo eficaz que es en Occidente. Esa labor se ha venido desarrollando durante décadas para llevar a la imposición de un laicismo feroz que ha calado en todos los ámbitos de la sociedad, en todas las capas, colores políticos e ideologías (suponiendo que aún perviva alguna ideología). El abono del laicismo lleva a muchos a elevar condenas a la Iglesia o a todo aquello que tenga que ver con la cultura judeocristiana y mirar con ojos de cordero aún no degollado a todo lo que traiga un aire musulmán. Germen cultivado durante décadas para que prenda lo que hoy tenemos con el silencio de demasiados.

Conozco a musulmanes que son realmente personas de Paz. He trabajado con ellos. Otros claramente no lo eran. Como conozco cristianos que son bellísimas personas y otros unos auténticos cretinos; la diferencia está en que de estos últimos, ni los más radicales, no hay uno sólo que mate en nombre de Cristo.

Los Estados, los gobernantes, deben ocuparse exclusivamente del cumplimiento de la ley y el derecho atendiendo al bien común. Son los ciudadanos quienes, de acuerdo a su conciencia, llevarán o no a la práctica sus ideas religiosas. Mi religión me lleva a perdonar, a poner la otra mejilla, a rezar por los asesinos. Mi religión me lleva a acoger, luchar por la justicia social y la concordia. Mi religión me lleva a acercar el reino de Cristo a la tierra. A lo que no me lleva mi religión es a no defender a mis hijas, a mi familia o a mi país. A lo que no me lleva mi religión es a callar y permanecer impasible; me lleva a hablar, condenar y actuar aunque simplemente sea concienciando. Y a rezar; por víctimas y asesinos. Cristo no calló ante el Sanedrín y se revolvió contra los mercaderes del templo; jamás permaneció impasible.

Ayer celebrábamos al apóstol Santiago. La leyenda le sitúa en Clavijo un 23 de mayo del año 844. Leyenda. Pero sin batallas como las de Clavijo o la de las Navas de Tolosa hoy no habría un Papa hablando español en el Vaticano. No se puede releer la historia con cicaterías, escrúpulos ni hipocresías. Tampoco así se puede mirar a nuestro mundo en nuestro momento.

Mi religión es una religión de Paz que nos ofrece el regalo de la Redención. Yo soy un hombre de Paz. Son los musulmanes de Paz, quienes sean y desde sus ámbitos de poder, quienes tienen que ponerse en marcha y a toda prisa para cambiar desde dentro cuantas facciones violentas existan en su seno. Desde Occidente se podrá contener, pero no se puede cambiar si no es desde el propio Islam.

Yo rezo por ellos, por los asesinos, por los muertos que van quedando en el camino y por los gobernantes que tienen poder de decisión y actuación. Lo que no puedo es callar.

Esta es una visión muy simplista, sin duda. Pero yo soy tan simplista que camino mi Vida scalando en Familia.

domingo, 17 de julio de 2016

Redención sin fronteras

Hace ya 32 años, durante el tiempo en el que estuve viviendo en Londres, acudía a misa al oratorio de Bromptom Road, sin embargo, cuando realmente quería encontrarme en “casa” me acercaba a St Mary’s, en Clapham. Allí encontraba el Icono de la Virgen del Perpetuo Socorro, el mismo Icono ante el que recibí mi primera Comunión en Santander, en mi parroquia.

32 años después han sido mi mujer y mis hijas las que han estado en St Mary’s, y se han encontrado en “casa”. Allí han celebrado la solemnidad del Santísimo Redentor acogidos por la comunidad Redentorista de Londres con el cariño y la simpatía especiales de Fr. Richard Reid CSsR y de todos los religiosos. Han compartido Eucaristía y almuerzo; tiempo. Pasan una corta temporada en el hogar de Nicole y Godfrey Barber, también Redentoristas. Están en “casa”, arropados por un cariño y delicadeza fuera de lo común. Mi agradecimiento es infinito. Infinito.

Hoy es la festividad titular de ésta familia nuestra, y así lo han celebrado, en Familia. La sencillez, bondad y capacidad de acogida va unida al propio carisma tal y como lo han experimentado mis tres niñas.

Yo, por mi parte, lo he celebrado en PS con una Eucaristía celebrada por el inmenso P. Marciano Vidal CSsR. La homilía…. Ufff impresionante. El P. Vidal es claro, nítido, didáctico, apasionado y, además, simpático. De fe robusta y sabiduría ingente. Pero no apabulla a la feligresía con su conocimiento, ni su pasión, ni su fe. Estructura su discurso de manera que todos lo alcancen manteniendo la atención con agilidad. Eleva e instruye.

Ellas en Londres y yo en Madrid, celebrando con la misma Familia a Aquel en quien creemos. Hay cosas con las que el Brexit no podrá acabar… La Redención es abundante, gratuita y no conoce fronteras.

Ahí vamos, estemos donde estemos, scalando en Familia. Y contándolo.


Copiosa apud Eum Redemptio

miércoles, 6 de julio de 2016

Abandoné la Iglesia

“Abandoné la Iglesia cuando tenía 16 años por culpa de un catequista”. Hoy he escuchado esta frase. No la he escuchado simplemente, yo participaba en la conversación. Una charla de café tras la comida entre compañeros de oficina.

La autora de la frase es una chica brillante, culta y una trabajadora extraordinaria. Lo que es más importante es que es una buena persona. Tiene treinta y dos años, luego ha transcurrido media vida para ella desde entonces. Se lamentaba de haber abandonado la Iglesia. Hasta entonces iba a misa cada domingo, participaba en los grupos de su parroquia desde pequeña donde se lo pasaba fenomenal; amigos, gente divertida, camaradería, y muchísima acción social. Ella no fue la única. Me interesé sobre cuál había sido el problema con ese nuevo catequista y, la verdad, me quedé perplejo: les puso a rezar.

Hice un par de reflexiones y guardó silencio. Me sorprendió su afirmación porque yo estoy acostumbrado a todo lo contrario, tanto en PS como en cualquiera de las parroquias, iglesias o santuarios redentoristas. Tampoco conozco nada parecido en los movimientos, parroquias o congregaciones a los que pertenecen amigos, hijos de amigos o familiares. Me dejó perplejo.

Grupos estufa llenos de actividad y vacíos de contenido= vacío. Todo me recordó al Papa cada vez que nos recuerda la diferencia entre una ONG y la Iglesia. Por supuesto que “el que no está contra nosotros está con nosotros”, lo sabemos. Sin embargo, ni los niños ni los jóvenes son tontos por ser niños o jóvenes; todo lo contrario, son esponjas. No enseñar a los niños a orar desde bien pequeños es fomentar la oquedad espiritual, y la oquedad espiritual lleva al vacío existencial. No enseñar a orar a niños y jóvenes en una parroquia es… ni sé qué es ese tipo de parroquia. Enseñar a orar es enseñar al individuo a relacionarse desde lo más íntimo con su Creador; enseñar a orar a un niño es enseñarle a relacionarse con el Amigo más fiel que jamás tendrán. Ir formando a los niños en el conocimiento de la fe y la oración es darles las armas para que puedan encontrar su propio sentido. De ahí se derivarán, o crecerán en paralelo, la solidaridad, la acción social, la fraternidad. Fraternidad de todos, hermanos en el Redentor; todos hijos de un mismo Dios.

Enseñar a orar de manera individual y comunitaria, aprendiendo así el valor de la comunidad cuyos miembros se sostienen unos a otros, cuyos miembros se ponen en movimiento para ayudar a otros. Y todo ello divertido, y con alegría. Superando umbrales de frustración y aprendiendo lo que es el dolor, pero con alegría. Sobrellevando cruces siempre con el asombro de la Redención.

Ni se puede catequizar con el oscurantismo ni se puede catequizar con el buenrollismo vacío. Eso no es catequizar; en un caso es atemorizar y en el otro entretener.

Hoy me acostaré rezando por ella, por ese catequista y por los jóvenes de tantos puntos de España que pasan estos días en el monasterio de El Espino acompañados por Redentoristas ¡Qué suerte tienen!

Hoy mismo, a través de un tuit, me he topado con el artículo que os dejo aquí abajo. Está en inglés, pero viene al pelo para la entrada de hoy. De él me quedo con su último párrafo:

My hope is what’s getting cool is to take our faith in Christ seriously and not to retreat into our arguments or doctrine, but to, together, follow Christ into a faith and lifestyle that can change the world