Scala News

miércoles, 19 de septiembre de 2012

#iEvangelizar


Definición de “evangelizar” según el diccionario de la lengua de la Real Academia Española: Predicar la fe de Jesucristo o las virtudes cristianas. De acuerdo a la primera acepción que el mismo diccionario nos ofrece sobre el verbo predicar, sería “publicar, hacer patente y claro algo”, en este caso la fe de Jesucristo o las virtudes cristianas.

En fin, hablando de “iEvangelizar”, supongo que podamos referirnos a una manera de llevar esa fe a través de internet como vía de “publicación”.

Hace algunas semanas un amigo publicaba una foto en su perfil de Facebook con un cartel en el que estaba escrito: “MUCHOS NO LEERÁN OTRO EVANGELIO QUE TU VIDA”. Me parece extraordinaria porque creo expresa de manera magistral la Carta de Santiago 2 14-18, nuestra vida como Obra, como sucesión de esas obras producto de la fe. Quizás de manera un tanto egoísta me hace sentir bien, porque engrandece la pequeñez de la propia vida como vehículo de evangelización, la fortaleza de la debilidad humana que pueda en esa misma debilidad mostrar el rostro amable de Cristo y llevarlo en nuestro día a día a humildes y soberbios, a poderosos y sencillos, a niños, jóvenes y mayores, de tú a tú, de persona a persona. Una leed que apenas consume, cuya única energía es el Amor y que ilumina por el mero hecho de ser Amor.

Nada de esto es nuevo; lo único que hay de nuevo es que el desarrollo nos ofrece nuevas vías, nuevas micro parcelas de expresión, nuevos modos de comunicación lo que nos lleva a cambios tanto en tipos de comportamiento como del propio lenguaje. Adaptación a los tiempos. Y hoy, es a nosotros a la humanidad de nuestra época, a quienes habla Cristo. Y nos habla en presente. Su mensaje fue revolucionario hace 2012 años y lo es ahora. “¿A quién se parecen los hombres de ésta generación?”. Lo dijo entonces y nos lo dice hoy, a “esta” generación, la actual.

Nos lo dijo el P Colinas CSsR en la predicación de la Novena a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro el pasado mes de junio. Prestarle nuestros ojos para mirar el mundo como si fueran los Suyos, nuestras manos para que sean las Suyas para otros... nuestros 140 caracteres en un tweet, nuestro tiempo, nuestra Vida mostrada como Evangelio que como tal pueda ser leído. Con la naturalidad del acontecer cotidiano, como de alguien que come y bebe, y es amigo de publicanos y pecadores.

Se puede acertar a no, pero cuando se tiene fe, cuando se vive la fe lo que no se puede es no intentarlo, o no hay fe en realidad. Porque es esa fe la que te empuja. Algunos sentimos, como es mi caso, una necesidad gozosa de hacerlo poniendo nuestro tiempo al servicio de una Familia eclesial concreta, impelidos por un Carisma determinado y con un estilo especial. Pero lo cierto es que todos los que de una u otra forma hemos experimentado el calor del Amor, no podemos no llevarlo a nuestra vida, no contarlo, no tratar de mostrarlo.

Y para “los hombres de esta generación” una iniciativa como iMisión, nacida del ardor apostólico de Daniel Pajuelo SM y Xiskya Valladares, religiosa de Pureza de María, es como una gigantesca e interminable red de vidrieras góticas; los tweets que a diario publican personas como el P Bryan Arriola CSsR son como esculturas en cibercapiteles románicos conformando todo un claustro virtual alrededor del que orar en un perfil de twitter; los blogs de José Fernando Juan Santos SchP convierten a diario la pantalla de mi ordenador en un sensacional ambón desde el que me habla también a mí.

Y yo no sé si será iEvangelizar o no, porque no es más que mi vida lo que muestro en mi blog. Si alguien acierta a ver en ello el Amor de/a Dios en mi mujer y mis hijas, el Amor al/del Redentor de un hombre cautivado por San Alfonso, el Amor de/a Cristo en una Familia concreta de la Iglesia; si en el acontecer normal y cotidiano de la Vida de un hombre corriente que simplemente trata de ir Scalando en Familia alguien, como rezaba aquella foto, consigue ver, aunque sea medio de pasada, un poquito del Evangelio, entonces quizás sí se pueda hablar de iEvangelizar.

Pero, francamente, no creo que yo llegue a eso; simplemente voy Scalando en Familia.

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