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viernes, 25 de febrero de 2022

Mártires en UCRANIA

 


El horror de la guerra vuelve a sembrar el paisaje de Europa. Un loco mesiánico de nuevo siembra de terror, sangre y muerte su paso por la historia.

Europa y la OTAN dejan a su suerte a Ucrania. La injusticia de un loco y la injusticia del buenismo que, como nueva religión inquisitorial, se convierte en una imagen más del mal. Ambas caras de una misma moneda.

Ni la retórica, ni las lucecitas de colores, ni las melifluas imposturas (que hoy nos empujan a que sean de obligado cumplimiento) sirven más que para que el tirano invada a sus anchas y la muerte enarbole su bandera.

El 22 de febrero, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuck, Arzobispo Mayor de Kiev-Halyč y Primado de la Iglesia greco-católica ucraniana se dirigía a los fieles de Ucrania y, en ese llamamiento decía lo siguiente:

Consideramos que la defensa de nuestra tierra natal, nuestra memoria histórica y nuestra esperanza, nuestro derecho dado por Dios a existir son responsabilidad personal y deber sagrado de los ciudadanos de Ucrania. La defensa de nuestra patria es nuestro derecho natural y nuestro deber cívico. Somos fuertes cuando estamos juntos. Ha llegado el momento de unir nuestros esfuerzos para defender la independencia, la integridad territorial y la soberanía del Estado ucraniano.”

Nuestra Ucrania, que el mundo llamó con razón "tierras de sangre", empapada tantas veces con la sangre de los mártires y luchadores por la libertad y la independencia de su pueblo, nos llama hoy a defender nuestra patria, nuestra dignidad ante Dios y la humanidad, nuestro derecho a la existir y el derecho a decidir sobre su propio futuro "

Nuestra Santa Iglesia mártir siempre estuvo, está y estará con su pueblo! Esta Iglesia, que ya experimentó la muerte y la resurrección, como Cuerpo de Cristo Resucitado, sobre el cual la muerte no tiene poder, el Señor la entregó a Su pueblo en las aguas bautismales del Dnipró. Desde entonces, la historia de nuestro pueblo y de su Iglesia, la historia de su lucha por la liberación, la historia de la encarnación del Verbo de Dios y la manifestación de su espíritu de verdad en nuestra cultura se entrelazaron para siempre. ¡Y en este momento dramático nuestra Iglesia, como madre y maestra, está y estará con sus hijos, los protegerá y los servirá en el Nombre de Dios!”

“Seguimos pidiendo a la comunidad internacional que se una a nosotros, que crea en Ucrania que hoy defiende la paz en Europa a costa de la sangre de sus propios hijos. Todo esfuerzo en todos los campos es muy importante”.

“¡Nuestra esperanza está en Dios y nuestra victoria será su regalo!”

Son las palabras de un hombre verdaderamente de Dios y, por lo tanto, no de un hombre blando. Son las palabras de un líder y de un patriota. Son las palabras de un hombre verdaderamente de Dios y, por lo tanto, de un hombre fuerte. Benignidad frente buenismo. Benignidad como antítesis de buenismo. Juan 18:23

Esta invasión de Ucrania por parte de Putin, además de la consecuencia de la labor nunca enfrentada de un loco, es un mercadeo de tierras, almas y poder. La inacción cómplice del resto del mundo no deja de ser otro mercadeo de gas, energía y dependencia. Esos mercaderes estuvieron a las puertas del templo de Ucrania que es su frontera. Mateo 21:12-17 Marcos 11: 15-18 Lucas 19: 45 Juan 2: 13-25 Ya nos dice Mateo que los principales sacerdotes y los escribas se indignaron…. Sin embargo, Sviatoslav Shevchuck sí es un hombre de Dios y por eso clama…

Ya demandará Dios cuentas a todos. A todos.

Yo hoy rezo por Ucrania y lo hago solicitando la intercesión de los beatos mártires Redentoristas de Ucrania Mykolay Charnetskyi, Vasyl Vsevolod Velychkovskyi, Iván Ziatyk y Zynoviy Kovalyk ( https://www.redentoristas.org/santos.../martires-de-ucrania/ ).

Ellos fueron martirizados por el régimen comunista soviético, el mismo régimen que educó a Vladímir Vladímirovich Putin…

¿Os unís en oración?

"Dios todopoderoso y eterno, que salvó a los hombres en la cruz de Cristo, por los méritos y la intercesión del beato Nicolás, obispo y compañeros mártires Basilio, Zenón e Iván, concédenos la paz y perseverar con fe en la adversidad para disfrutar con ellos de la bienaventuranza eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios, y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos."

jueves, 22 de diciembre de 2011

Ángel Sanz Briz

No soy ningún experto en cine (realmente no soy experto en nada) por lo que no voy a hablar de la calidad de la película ni de la interpretación, pero el Ángel de Budapest (que emite la primera cadena de RTVE) refleja lo mejor y lo peor del género humano. La bajeza del sinsentido del desprecio a una etnia, raza o religión, la rastrera displicencia que un ser humano puede llegar a tener por la vida, el odio, la humillación, la arrogancia de sentirse superior, la debilidad de quien se camufla y hace renuncia de su esencia por pura subsistencia. Frente a ello la figura de un auténtico Señor, de un caballero de los de antes, reflejo de un alma que abriga el mejor sentido de la hidalguía, la generosidad, la entrega, el amor al prójimo, el auténtico sentido de la justicia y de la Justicia; donación hecha esfuerzo y empeño por los demás a costa de sí mismo. Emblema de un tipo de personas, de una estirpe de hombres que debería de ser estudiada y protegida, porque de ellos quedan menos ejemplares que del lince ibérico. Gente que huye de los prejuicios, que hace de su educación, formación y corazón valor para el prójimo. Un diplomático, casado con una Señora de la más alta sociedad santanderina, que puso en riesgo su vida por el otro. El prejuicio de unos le habría metido en el saco de algún estereotipo sin duda falso. Podría haber tenido una salida fácil y airosa, sin riesgos y sin críticas. Podría haber mirado para otro lado. Pero su educación, su corazón y su propio ser sin duda le impelían a lo contrario. La diferencia entre el ser y el deber ser. Algo que parece desconocido hoy en día.
Ángel Sanz Briz, producto de una época, de una educación y de un entorno que formaron a un hombre no solamente inteligente, sino tocado por la mano de Dios. La generosidad personificada, sin arrogancias y sin altanería. Un español de una región recia y noble, un aragonés que hace honor a su tierra, un zaragozano que revive su particular “Sitio de Zaragoza” en tierra extraña, defendiendo a otros que son los suyos simplemente porque son seres humanos. Un Justo entre las Naciones que sin duda se ganó un lugar por sus propios méritos en la Mesa del Padre. Y mientras, la mayoría miraba para otro lado en el mejor de los casos; mientras él se la jugaba salvando la vida a más de cinco mil judíos. Un ejemplo de español protagonista de una gesta digna de ser enseñada.
Mucho de esto personificaba Adela Quijano Secades, su mujer. Independientemente del cariño que yo pudiera tenerla, Adela era una señora de una personalidad arrolladora, de una simpatía fuera de lo común, y de una elegancia propias de su época y de su origen.
Una de sus nietas, Oliva Andrada-Vanderwilde Sanz-Briz, hereda parte de los rasgos de sus abuelos, porque hay perfiles que cuando son inculcados desde pequeños pasan a formar parte de la personalidad como pegados a la piel. Porque la educación marca. Y como la educación marca, hemos de esforzarnos por que la reciban los más pequeños; propios y ajenos. A quienes podemos influir de manera directa, y quienes no tienen más recursos que nuestro propio ejemplo. Algo que dar a quien no tiene.
Ejemplos que derriban falsos mitos y eliminan prejuicios.
Pero el Ángel de Budapest no es sólo un ejemplo para su familia, lo debería ser para todos los españoles, para la gente de bien, para cualquiera que conozca su historia. Alguien no simplemente a quien respetar; alguien a quien honrar y de quien aprender.