Scala News

miércoles, 18 de noviembre de 2015

99 en misa...

“Cristo deja a los 99 que van a misa y va en busca del que abandona la Iglesia”. Acabo de leer esto en twitter y me ha impactado. Lo ha tuideado @Diaconos_perman. Diáconos permanentes; telita.

Deja a las ovejas en el redil y va a por la perdida. No hay nada nuevo en ello. Pero la imagen de los 99 en misa me ha hecho pensar. Nada mejor en un tuit: que te empuje a pensar, a dudar, a cuestionar esquemas preconcebidos, a dialogar. Sólo así uno crece: pensando, dudando, cuestionando, entrando en diálogo con los demás.

Creo firmemente que como cristianos debemos no solamente permanecer y sentirnos bajo Su mirada, debemos devolverle nuestros ojos para mirar el mundo como Él, que nuestros manos sean las suyas para otros, que nuestro tiempo sea el suyo para quien lo necesite. Siendo esto así esos 99 en misa han de ser 99 en busca de quien abandona la Iglesia, 99 en busca de quien duda, 99 en busca de quien se encuentra perdido. Cada uno encontrado se suma a los 99. Un crecimiento exponencial. Una Iglesia en salida llevando ovejas al aprisco cerrado. También en las redes.

¿Lo hago? ¿Lo hacemos? De facto y con el ejemplo coherente de nuestras propias vidas. De manera individual; como matrimonio; como familia. ¿Lo hago? ¿Lo hacemos?

¿Me contento conmigo mismo, con mi mujer, con mis hijas? El día de mañana ¿Qué le diré? “Te presento mi vida como esposo, como padre”. ¿Simplemente? Me da la sensación de que es como tenerla guardada en un pañuelo y devolvérsela tal cual, como la moneda del empleado holgazán del Evangelio de hoy (Lc 19, 11-28). Esa es mi obligación, mi misión primera: mi matrimonio, mi familia, la Iglesia doméstica. Pero precisamente por eso, por Iglesia, también debe serlo en salida.

¿Qué hago con mi onza, con mi vida? ¿Cómo la voy administrando? ¿Crece? ¿Produce? ¿Genera Vida? O la atesoro solamente para mí mismo…

¿Qué hacemos con nuestras Vida? Desde el acto más nimio a las cuestiones más complejas. ¿La gestionamos mirándonos al ombligo o con Cristo en el corazón y el corazón en el horizonte?

A cada uno nos ha dado una onza, la propia Vida. “Negociad mientras vuelvo”. Y vuelve.


Pues eso… Y en gerundio, scalando en Familia.

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