Scala News

sábado, 17 de marzo de 2018

Vivir en #Familia


Comienzan las despedidas. En breve cambiamos de aires. Dejamos nuestra casa para cambiar de destino. No nos vamos lejos, pero la Vida, el cúmulo de recuerdos inundan tanto el corazón que a veces pareciera que fuera a estallar. Especialmente para mi mujer que abandona el lugar donde nació para que los cuatro continuemos rumbo. #Itinerantes

La foto que acompaña a la entrada de hoy no es, en absoluto, una foto cualquiera. Es una foto realmente de #Familia en la que aparecen solamente un pequeño número de grandes personas. Faltan en ella muchos que no han podido venir. Los hemos visto crecer, madurar, enamorarse, desenamorarse, decir SÍ a su llamada religiosa, comenzar y acabar sus carreras, encontrar su primer trabajo. Hemos compartido simplemente la Vida y, sobre todo, la #fe

Por cuestión de edad realmente podríamos ser sus padres. Todo empezó hace ya bastantes años y de manera espontánea de la mano de mi #hermano el P Jorge Ambel. Con un puñado de, entonces, pipiolines acabamos una noche de verano en mi casa. Se convirtió en un gozoso hábito. Mi hija pequeña era apenas una bebé grande. Mis hijas han ido creciendo junto a ellos y también de su mano. Varios de esos grandes jóvenes han sido o son hoy sus catequistas.

Tanto María como yo hemos tratado de ser sin serlo un poco referentes de una familia normal, que vive su fe de una manera normal, compartiendo los momentos duros y las alegrías. Nos hemos preocupado por ellos de la manera más lúdica y sencilla posible, pero tratando de estar siempre en un segundo plano. Nos reímos con ellos. Disfrutamos con ellos.  Han crecido y no les tenemos la más mínima simpatía; tenerles simpatía sería una mediocridad. Los queremos; son parte de nuestra #Familia y nuestra #Vida Una manera peculiar, reconozco que peculiar, de compartir el ser #Redentoristas Hemos brindado. Hemos recordado. Todos los nombres que hemos ido desgranando son parte de nuestra historia común: Jorge, Pedro, Damián, Nicanor, Carlos, Joaquín, Antonio, Jesús, Francis, Marciano, Olegario, Guti, Bryan…. y muchos, muchísimos, más. Incluso en los momentos en los que los comentarios pudieran parecer que no fueran los más elevados o acertados posibles siempre han estado mecidos en los brazos de un cariño infinito; incluso cuando no hemos estado acertados. Incluso cuando yo no he estado acertado. Así son las familias y así son las conversaciones y discusiones de cualquier familia. Tratando de arreglar el mundo; al menos el nuestro… #Hogar Iglesia doméstica extendida.

Todos, cada uno a nuestra manera, somos un poco hijos de San Alfonso. María y yo siempre le hemos tenido presente; yo siempre he recordado a la Perpe cada vez que sonaba el telefonillo anunciando la llegada del primero de ellos.

Sé que estas letras le pueden parecer triviales a casi todo el mundo. No le importarán a casi nadie salvo a una pequeña y humilde familia, todavía, del barrio de Chamberí que solamente ha tratado de ser luciérnaga. Se me llenan los ojos de lágrimas a la misma velocidad y con la misma intensidad que se me llena el corazón del orgullo por estos chicos. Han estado todos, incluso los que no han podido venir esta noche. Para cada uno ha habido un recuerdo. El corazón lleno de nombres que diría Casaldáliga se me quedaría pequeño si no fuera un músculo elástico.

Ha sido la despedida que iniciamos simplemente de un lugar. La #Familia se asienta sobre roca firme.

En casi todas las parroquias existen multitud de grupos que crecen y animan la vida de la comunidad. Les animo desde aquí a que no se encapsulen, a que no sean estáticos y se abran a compartir su Vida con otros. La relación intergeneracional enriquece de una manera especial.

Chicos, los “biberones”, si Dios quiere, continuarán. Seguimos, como siempre, en gerundio, scalando en #Familia Y vosotros sois una parte importante de ésta. ¡Nos vemos en Andrómeda!

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